Pese a prestar sus servicios asumiendo un crítico desfasaje de costos, el transporte urbano es uno de los rubros que aún sigue sin disponer de una tarifa que equipare los costos reales por el servicio que presta.
Según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de agosto de 2017 que dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (indec), con una variación de 1.12%, el transporte es una de las actividades que menos impacto ocasionó en el bolsillo de los usuarios y consumidores, considerando la incidencia acumulada desde diciembre último en la Región Nordeste (NEA).
Otros servicios como electricidad y agua, trasladando a las facturas mensuales de los usuarios la necesidad de equiparar su estructura de costos consumida por la inflación, acumularon en 2017 una variación de precios del 2.05 % en los últimos ocho meses.
Poca equiparación
Para el sector del transporte público, que en Misiones en los últimos años»recibió muy poca equiparación con el alza de costos», esta variación del 1.12%, no hace más que engrosar los argumentos de un desfasaje de arrastreque dificulta cada vez más responder a las demandas corrientes y sostener como en el caso de las empresas que componen el Sistema Integrado Metropolitano la inversión en infraestructura asumida.
Acumulación sin reajustes
Según el Indec, en lo que va del año, el NEA exhibe una variación de precios del 14.7%. En este período, el transporte mostró un aumento acumulado de 1.12 % por debajo de los rubros: alimentos y bebidas no alcohólicas (4.83%), vivienda, servicios de agua, electricidad y gas y otros combustibles (2.05%), recreación y cultura (1,13%) y apenas por encima del rubro salud (1.02%).
Tarifas desactualizadas
En el caso del transporte urbano de pasajeros, como se viene manifestando desde el sector, la situación es crítica y se profundiza cada vez más debido al desfasaje de costos. Al presente, estos están muy desactualizados, son asumidos por las empresas y siguen sin trasladarse de manera real a las tarifas como ya se concretó en otros rubros como los mencionados servicios de agua y electricidad y los combustibles.
Es evidente que de no mediar una actualización acorde a los índices inflacionarios que viene exponiendo el Indec, la prestación del servicio del transporte urbano se vería alterada y sería insostenible.