Impulsado por la Academia Internacional de Taekwon-Do ITF de Misiones y la Municipalidad de Posadas, el ‘Proyecto Barrial Misiones’, programa que acerca a jóvenes a la práctica de este arte marcial de forma gratuita, cumplió su sexto mes de trabajo y con resultados positivos alcanzando a unos 500 niños de entre 4 y 12 años de edad de diferentes puntos de la ciudad.
En este contexto, Mauro Márquez (I Dan), Daniel Suárez (II Dan), Daniel Lima (III Dan) y Eduardo Bergalo (III Dan), los cuatro instructores que forman parte de este programa, contaron sus experiencias y destacaron que es una nueva posibilidad de ampliar el margen de alumnos y hacer llegar el Taekwon-Do a los puntos más alejados del centro de Posadas, siendo un paso hacia adelante para que los jóvenes puedan acceder a un deporte de manera gratuita.
Caras tímidas y de curiosidad, esas fueron las expresiones con las que se encontró cada Sabum al iniciar este proyecto. Sin embargo, con el correr de las clases lo encararon con la responsabilidad que los compete y de esta forma, los pequeños se fueron animando a realizar las técnicas que cada uno les brindó.
“Al principio tenían un poco de miedo e intriga, pero posteriormente ganaron confianza en cada entrenamiento y fueron avanzando con todas las técnicas básicas. Actualmente, cuento con unos 45 alumnos que no dudaron en iniciar las clases al enterarse de este proyecto barrial. Creo que al ser gratuito los incentivó y los acercó aún más a las prácticas”, expresó Márquez, quien brinda clases en el barrio Néstor Kirchner.
El joven de 20 años indicó que entre sus alumnos hay niños con capacidades diferentes y con historias muy particulares. Al tiempo, que destacó que encontraron en el Taekwon-Do un modo de superación.
“Fue interesante ver otra perspectiva a la que estamos acostumbrados. Los chicos se sienten contenidos y eso nos fortalece porque creemos que, de alguna manera, estamos aportando para que puedan seguir adelante y por el camino correcto a través del deporte y lejos de la calle”, remarcó.
Por su parte, Suárez (20), otro de los jóvenes instructores que integra el proyecto, lleva sus enseñanzas al SUM del barrio Villa Poujade, donde acuden casi cien chicos.
Tras seis meses de trabajo, el Sabum señaló que “es un desafío muy importante” el estar al frente de una gran cantidad de niños con desconocimiento de este arte marcial. Sin embargo, aseguró que todos comienzan a través de juegos y posteriormente, la práctica toma seriedad a la hora de realizar las técnicas en las modalidades de Forma y Lucha.
“Son muchos chicos que practican en este barrio. En este tiempo pude notar la responsabilidad que tienen en cada clase y la suerte de que varios de ellos tuvieron la posibilidad de rendir su primer examen y pasar de cinturón Blanco a Punta Amarilla. Me reflejo en cada uno de ellos y para mí es un orgullo”, aseguró.
En tanto, Daniel Lima (48), manifestó que este proyecto lo llevó a dar clases en el barrio Sol de Misiones en Itaembé Miní, lugar en el que asisten unos 70 practicantes, de los cuales 20 tendrán su primer examen este viernes 8 de octubre.
Respecto a esta labor, indicó que fue el primer instructor en llevar el Taekwon-Do en dicho distrito en los ’90 y que, desde entonces, potenció su dedicación.
“Este proyecto colabora en un 80% a las familias porque mantiene a los jóvenes dentro de un recinto de contención a través del deporte sin tener que gastar un solo peso. Es importante para nosotros como instructores, pero más aún, para los niños que se acercan, porque les ayuda a mejorar su disciplina y fomentar los valores”, puntualizó Lima. “Creemos que con el tiempo será un proyecto exitoso y con más instructores enseñando dentro de la provincia”, agregó.
Finalmente, el experimentado instructor Andrés Bergalo, se refirió al trabajo que realiza su hijo -Eduardo- en el barrio Porvenir II. Allí, más de 250 pequeños logran formarse por medio del arte marcial.
“Con la llegada de este proyecto a los barrios, se ve reflejado el entusiasmo que tienen los niños en poder acceder a la práctica deportiva que quizás no lo tenían por cuestiones económicas. Los padres se sienten seguros por la disciplina que reciben sus hijos y los motivan a seguir entrenando”, aseguró Bergalo.
«La idea es abordar este trabajo principalmente dentro de los distritos más carenciados de la ciudad y que no tengan dojos cercanos”, sostuvo.
Insistió en que es importante ponderar que el proyecto busca llevar hacia adelante a niños y adolescentes, y que propone un método de contención, fusionando el deporte y la educación. «Estos cuatro instructores son la cara visible de los muchos que vendrán a futuro en otros barrios de la ciudad y de la provincia de Misiones», cerró.