El papa Francisco aseguró este domingo que sigue «con viva atención» la situación que se vive en Venezuela y Paraguay y pidió «soluciones políticas» para los dos países, al tiempo que lamentó los «sangrientos enfrentamientos armados» en la República Democrática del Congo.
«Sigo con viva atención lo que está sucediendo en Venezuela y Paraguay. Rezo por esas poblaciones, muy queridas por mí, e invito a todos a perseverar, sin cansarse, evitando toda violencia, en la búsqueda de soluciones políticas», afirmó el Pontífice al recitar la tradicional Ángelus en la ciudad de Carpi, a unos 400 kilómetros de Roma, donde realiza una visita de un día.
Francisco se refirió así a la situación en el país caribeño en el que el Vaticano es facilitador del diálogo entre oficialismo y oposición, donde esta semana se agudizó la crisis política tras la decisión del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de asumir las competencias de la Asamblea Nacional (Parlamento), que sumó un amplio rechazo en todo el mundo.
En el caso paraguayo, el Pontífice se refirió a los incidentes desatados esta semana tras la aprobación del proyecto de reforma constitucional que habilita la reelección presidencial, con manifestaciones en todo el centro de Asunción, y que fue considerada por la oposición como un «golpe parlamentario» y terminó con la represión policial y el incendio parcial del Congreso.
Por otro lado, al pronunciar el Ángelus en la Piazza Martiri de la ciudad norteña italiana, el Pontífice lamentó las «noticias de sangrientos enfrentamientos armados en la región del Kasai de la República Democrática del Congo».
Francisco aseveró que «los enfrentamientos están provocando víctimas y desplazamientos y golpean también personas y propiedades de la Iglesia».
«Aseguro mi cercanía a esta nación y exhorto a todos a rezar por la paz, para que los corazones de los artífices de tales crímenes no permanezcan esclavos del odio y de la violencia», finalizó.
En medio de enfrentamientos por la sucesión presidencial, en julio, una ola de violencia a gran escala estalló en la provincia de Kasai Central y se expandió posteriormente a las vecinas Kasai y Kasai Oriental, donde murieron casi 300 personas, incluyendo a dos expertos de Naciones Unidos encontrados sin vida en las últimas horas.
Francisco inició esta mañana una visita de diez horas a Carpi y Mirandola, donde mantiene reuniones con el clero local y con víctimas del terremoto que en 2012 devastó varios edificios en la región de la Emilia Romania, al noreste del país.
Fuente: Télam