El pontífice denunció que los migrantes que van a Europa desde África y Medio Oriente «huyen de la guerra y el hambre porque han sido explotados» en sus países, y lo siguen siendo en Europa y hasta en el viaje, lo que «ha hecho del Mediterráneo un cementerio».
Denunció, además, en un diálogo con alumnos y autoridades de la Universidad Roma Tre: «Nosotros en general vamos allá a explotarlos. No explotemos, nosotros somos los poderosos que vamos a explotar».
Agregó que «ellos tienen hambre porque han sido explotados, y cuando llegan a Europa, donde piensan que tendrán un staus mejor, también son explotados, hasta por los traficantes en los barcos».