Con el título de Licenciado en Antropología de la Universidad de Buenos Aires, volvió en 2010 a Misiones. Desde entonces, se inclinó a trabajar en el sector rural, primero desde lo privado, haciendo consultoría, para la Nación y para intendencias. Luego empezó su carrera en lo público, pero con la misma impronta, buscar el bienestar para los aguerridos productores de la provincia. Ahora ocupa el cargo más alto en lo que tiene que ver con la producción. Sebastián Oriozabala, flamante ministro del Agro y la Producción, trazó los ejes que encarará en su gestión. Fue en una entrevista con ENFOQUE TV, programa que se emite los jueves de 19 a 20 por el Canal 4 de Posadas.
“Venir de adentro del ministerio me permite tener una tranquilidad de cómo seguir. Asimismo te da la otra mirada, que es lo que hay que cambiar. Siempre es perfectible llevar adelante la gestión”, afirmó quien hasta la semana pasada se desempeñó como Subsecretario de Planificación, Extensión y Programas de Financiamiento Rural.
Contó que trabaja “en el sector rural de la provincia desde hace más de 10 años. Empecé en el sector privado, haciendo consultoría, para el Ministerio de Agricultura de la Nación, en su momento, y con intendentes, acompañándolos desde el asesoramiento. Esto me hizo recorrer la provincia, siguiendo incluso procesos en territorio. Uno va conociendo las demandas de la gente, las urgencias. Eso es una ventaja y ahora también una mochila más pesada, porque me conocen desde hace mucho y uno tiene menos margen de error”.
Sobre su historia académica indicó que es “antropólogo egresado de la Universidad de Buenos Aires. Fui para estudiar Sociología, pero terminé en Antropología. Y desde que vine a Misiones, en 2010, me dediqué a trabajar en el sector rural, como productor agropecuario en San Javier y consultor en el NEA, puntualmente Misiones, Corrientes y Chaco, en lo que es seguimiento de proyectos de financiamiento internacional, es decir, del destino de esos fondos. Me tocaba recorrer esos proyectos, visitarlos e incluso proponer nuevos. En ese momento era para el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola. Esta experiencia me llevó a vincularme con el sector territorial, con las organizaciones de agricultores y pueblos originarios”.
Oriozabala sostuvo que “pensamos al NEA como un bloque, con algunas cuestiones que son necesarias gestionar en conjunto, como por ejemplo las hidrovías o lo energético. Esto si pensamos en el crecimiento industrial”.
Sobre los objetivos de su gestión comentó que “hay distintas líneas de acción. Las producciones tradicionales las conocemos. En términos de PBI, de macroeconomía, estamos hablando de la forestoindustria como la base del crecimiento. Por eso, es una línea que tenemos que ir agilizándola, en lo que se refiere al cumplimiento de la Ley 25080, gestiones que vamos a hacer con la Subsecretaría de Desarrollo Forestal”.
“No es que tenemos una línea más prioritaria que otra. Hay algunas de gestión más natural, como lo forestal o lo vinculado al Fondo Especial del Tabaco. En este último caso es importante darle agilidad, como lo dijo el gobernador Oscar Herrera, ir rompiendo la burocracia en términos administrativos. Por suerte Agricultura de la Nación viene en un proceso de digitalización de expedientes, ya hace un par de años. Se aplicó primero en los planes forestales y luego en lo que es tabaco. Eso va de la mano con todos los sistemas de seguimiento, como la georreferenciación de productores, lo que nos agiliza la información, nos da mayor certeza de dónde está cada uno de ellos, con una foto aérea, una imagen satelital, lo que nos permite ir aplicando todos los recursos que le pueden llegar”, detalló.
Optimizar recursos
Para el ministro, “es clave ir optimizando los recursos de información, desburocratizando los sistemas internos del ministerio, interconectando las subsecretarías. Esto nos va a permitir optimizar recursos económicos, humanos”.
Agregó que “otra meta es potenciar la ganadería, donde ya venimos trabajando en la entrega de animales, en articulación con el IFAI. Ahí tenemos un gran déficit. Somos la provincia del NEA con menor stock. Tuvimos un decrecimiento en los últimos años. Esto tiene una implicancia en una lógica soberana de producción de alimentos. No sólo no somos sustentables en lo que es carne bovina sino que tenemos que comprar animales faenados. Y aquí en la provincia tenemos una gran tradición en cría. Acá los productores son criadores. Pero como tenemos problemas de producción de granos, vendemos animales pequeños y compramos carne procesada”.
“El desafío es como integrar la cadena en un sistema que funcione dentro de la provincia. Ahí hay un esquema de trabajo que nos propusimos. El sector bovino va a ser uno que será atendido fuertemente. También las cuencas ovinas”, anticipó.
La lechería, sin techo
Apuntó que “la lechería es una gran alternativa para el productor, que lo viene incorporando fuertemente, sobre todo a partir de la reconversión de áreas tabacaleras. Pero hay un techo enorme. Hay nuevas cooperativas, que están ampliando su producción e infraestructura. Amplían su producción y después le queda corta la infraestructura porque venden absolutamente todo lo que producen. Ya el año pasado, además de las conocidas cuencas del Alto Uruguay, financiamos una pequeña industria del rubro en la zona de San Ignacio. La intención es abrir microcuencas en distintas zonas de la provincia”.
Oriozabala señaló que “en horticultura tampoco no somos autosustentables con la producción hortícola bajo cubierta. Seguimos comprando mucho de afuera”.
Admitió que en la provincia hay que fortalecer “dos cosas, el agregado de valor y la industrialización. La industrialización de la ruralidad es generar pequeñas industrias que generen valor en origen”.
También hizo foco en otro objetivo: atender la comercialización. “Las políticas que se llevaron a cabo en los últimos 15 años estuvieron vinculadas fuertemente a la producción y a la agregación de valor y las de comercialización quedaron en un segundo plano. Pero la comercialización ahora es una demanda permanente y hay que darle respuesta a quienes lo plantean”, dijo. “Se tiene que anticipar la comercialización para armar la cadena productiva”, añadió.
Atender eventuales conflictos es otro de los desafíos para los que el ministro asegura estar preparado. “La conflictividad la tenemos en distintos sectores. Tenemos que generar consenso, para no llegar a eso. Y dar respuestas rápidas”, sostuvo.
Buen diálogo con la Nación
El ministro tiene buenas expectativas acerca de la administración nacional. “Se está generando un excelente diálogo con el Gobierno de Alberto Fernández. Al designado ministro de Agricultura, Luis Basterra, lo conozco. Es chaqueño, pero vive en Formosa desde hace muchos años. Proviene de una familia humilde y conoce las necesidades del interior profundo, de las personas más vulnerables de los sectores rurales. Al mismo tiempo es un ingeniero agrónomo, tiene su posgrado. Ha sido diputado en dos mandatos, ahora iba por el tercero. Presidió la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados de la Nación. Es decir, tiene una amplitud de mirada importante. Por lo que circula, ha propuesto armar la Subsecretaría de Economías Regionales”, comentó.
Finalmente, se refirió a las directivas que bajó el Gobernador en la primera reunión de gabinete: «Quiere reuniones de gabinete periódicas. También propone reuniones más chicas entre carteras ministeriales más vinculadas”.
“Nos dio libertad. Dijo: ‘Ustedes son ministros, definan, siempre en diálogo conmigo y con Carlos (Arce), con los dos”.