El Gobierno confirmó que existen «conversaciones» para lanzar un billete de mayor denominación que podría ser de $ 5.000 o de $ 10.000. La decisión se toma luego de la salida de Rodolfo Gabrielli como presidente del directorio de la Casa de la Moneda. Esta semana, asumirá el nuevo titular Ángel Mario Elettore y este tema estará sobre la mesa.
La inflación es un problema en términos económicos pero también en términos prácticos: según el periodista Nicolás Gadano, durante el 2022 el Banco Central puso en circulación 1.419 millones de billetes de $ 1.000, donde el 75% de la circulación lo representan estos billetes.
Vale recordar que en Senado de la Nación se encuentra un proyecto para crear billetes con denominaciones más altas. La encargada de esgrimir la idea fue la tucumana Beatriz Ávila, legisladora de Juntos por el Cambio.
La senadora presentó un proyecto para que el Ministerio de Economía incite al Banco Central de la República Argentina y a la Casa de la Moneda, emitan billetes de $ 2.000, $ 5.000, $ 10.000 y $ 20.000.
El fundamento que ofreció Ávila fue que en 2022 se «registró la mayor inflación en 30 años en la economía argentina».
«Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional, por intermedio del Ministerio de Economía, a través del Banco Central de la República Argentina y de la Casa de la Moneda, arbitren los medios necesarios, e instrumenten las medidas pertinentes, para la emisión de billetes de 2.000, 5.000, 10.000 y 20.000 pesos», reclamó y agregó: «Desde la pandemia a esta parte, aumentó la necesidad de las familias y la demanda de las empresas, de contar con más dinero en efectivo, para satisfacer los requerimientos de la vida cotidiana, sumada a la inyección de montos de dinero a personas no bancarizadas que percibieron beneficios extraordinarios por parte del Estado».
La legisladora, entre los motivos de su presentación, remarcó que un billete de $ 100 en 2019 equivale hoy un total de $ 586 «por el efecto inflacionario». Lo mismo hizo con el billete del hornero: «Un billete de $ 1.000 debería ser uno de $ 9.000 ajustado por inflación».
«Hoy el billete de más alta denominación, el billete de $ 1.000, tiene solamente el 18% del valor adquisitivo que tenía en el 2017, cuando se puso en circulación, en ese momento, tenía un poder adquisitivo cinco veces superior al actual», remarca la senadora opositora.
Ávila recordó que en los últimos 50 años la moneda argentina sufrió la quita de 13 ceros y en caso de que se opte por esa salida, con la eliminación de 3 ceros más, cada dígito sacado significaría un «1.000% de devaluación».
«Esta caída del valor nominal y real del peso, se refleja en que el billete de mayor denominación actual en Argentina es el segundo entre los que menos valor tienen, en dólares, en toda la región», concluyó Ávila.
Fuente: Ámbito