El Fondo Monetario Internacional (FMI) aseguró este lunes que está «evaluando las medidas» económicas anunciadas por el Gobierno, que incluyen, entre otras, una suba de la tasa de interés, a la vez que discute con las autoridades locales como «fortalecer las reservas» y otras «formas de reforzar el programa y salvaguardar la estabilidad a la luz de la grave sequía», según confirmaron a Télam voceros del organismo.
Esta mañana, el Banco Central (BCRA) oficializó un aumento de 6 puntos porcentuales de la tasa de interés de la política monetaria hasta el 97%, lo cual impacta en forma inmediata en el rendimiento de depósitos remunerados como plazos fijos, a la vez que encarece el costo del crédito, como una forma de alentar el ahorro en pesos y evitar que quede detrás de la aceleración de los precios.
«Estamos evaluando las medidas. Como hemos dicho anteriormente, seguimos discutiendo formas de reforzar el programa y salvaguardar la estabilidad a la luz de la grave sequía», señalaron a Télam voceros del FMI, que indicaron que los diálogos tienen en cuenta cómo hacer para «fortalecer las reservas».
«Esto (por la negociación) incluye políticas para mejorar la sostenibilidad fiscal y fortalecer las reservas, ambas esenciales para reducir la inflación, protegiendo al mismo tiempo a los más vulnerables», agregaron las fuentes.
La semana pasada, el ministro de Economía, Sergio Massa, afirmó que «está todo sobre la mesa» en las discusiones que se llevan adelante con el FMI y subrayó que «la capacidad de intervención del Banco Central es irrenunciable», en referencia a la posibilidad de que la autoridad monetaria opere en el mercado de bonos para reducir la volatilidad del precio de los dólares bursátiles.
Según Massa, el impacto de la sequía significará una pérdida de cerca de US$ 20.000 millones este año, lo que implicó un «cambio de juego» en el escenario que se avizoraba a finales de 2022, y la clave para reformular el programa de desembolsos y modificar las metas acordadas en marzo de 2022.
El objetivo del equipo económico es, sin hacer un nuevo programa -que implicaría la redacción de una ley que pase por el Congreso argentino y una votación en el marco del Directorio del Fondo-, lograr que el organismo adelante -al menos- los desembolsos pensados para la segunda mitad del año por unos US$ 10.600 millones.
«Los años político electorales en la Argentina siempre generan la dolarización de carteras ante esta sensación de incertidumbre. Queremos que el Banco Central tenga capacidad de intervención, no para distorsionar mercados, sino herramientas para generar certidumbre, tranquilidad, en momentos en que la incertidumbre política puede generar alguna situación de dificultad», afirmó Massa sobre a la necesidad de que el Gobierno tenga capacidad de intervenir en el comportamiento de los mercados de dólar financiero.
Y agregó: «La estabilidad de la economía argentina depende mucho de que tengamos al Banco Central activo o cuidando reservas. En nuestro caso, y en nuestra mirada, desde hace algunas semanas, también, cuidando la estabilidad de los dólares financieros».
Fuente: Télam