El bullyng o acoso escolar es un problema que preocupa a la sociedad en general y al sistema educativo en particular que perjudica notablemente el proceso de enseñanza-aprendizaje en las aulas. Respecto a esta problemática, la psicóloga especializada en el área infantil, Mariana Novau, en una entrevista con LT 17 Radio Provincia y Canal 12, indicó que la edad escolar es la etapa más sensible y determinante para cualquier persona.
En ese sentido, la profesional explicó que el bullyng o acoso se presenta generalmente en las aulas y tiene dos partes, por un lado al agresor, cuyo perfil de personalidad “demuestra que tiene la necesidad de llamar mucho la atención, de tener una personalidad dominante, de querer controlar toda la situación y tiene esa personalidad de líder”.
Y por el oro lado está la víctima, “que es todo lo contrario, es una persona más sumisa, más tranquila y no tiene la posibilidad de poder plantarse, por ello es importante ver el perfil de la personalidad”, subrayó la profesional. Agregó que “esto se puede dar en la mayoría de los casos, en edad temprana, pero se suele dar al principio de la etapa de la adolescencia, que es una etapa bastante determinante para el sujeto, una etapa donde lo grupal es lo principal, donde la mirada del otro es muy importante. Eso de las identificaciones grupales en esta etapa es muy importante, por eso también el bullyng genera la consecuencia que genera en la persona víctima, porque es una etapa donde la persona se está formando y “siempre lo que tenga que ver con la mirada del otro me va a condicionar y me va a afectar”.
La psicóloga dio precisiones de cómo los padres pueden actuar o detectar si su hijo está sufriendo alguna situación de bullyng, ya que los niños pueden ocultar ciertas situaciones. Dijo que “en la mayoría de los casos suelen ocultarlos porque es una cuestión que afectivamente lo minimizan, entonces los pone en un lugar tan vulnerable que por ahí no tiene el poder de poder manifestarlo verbalmente, pero siempre se da un cambio en la conducta del niño”, explicó. “Ellos por ahí no tienen eso de poder poner en palabras lo que sienten, pero sí a través de lo conductual lo manifiestan cambiando conductas en la rutina, en lo habitual”, como por ejemplo, “empiezan a tener más enojos en sus hogares, empiezan a tener más resistencias a la hora de asistir a clases, de no querer participar en actividades grupales, se empieza a retraer en lo social. Eso es un indicador de que algo está pasando”, ejemplificó.
En cuando a la otra parte, los chicos que son agresores, Mariana Novau explicó que una de las causas o factores que predisponen, es el contexto familiar. “Siempre, en la mayoría de los casos, el chico que es agresor intenta hacer activo lo pasivo que recibe en la casa, entonces por ahí es un chico que dentro del hogar está acostumbrado al maltrato, no de violencia física específicamente, sino de un maltrato verbal, porque por la forma de hablar no sean las correctas, que haya por ahí uso de muchas malas palabras y falta de respeto. Entonces el chico afuera del hogar intenta hacer activo eso que recibe como pasivo”, manifestó. Y en este sentido expresó que “uno tiene que tomar conciencia de eso y de que muchas veces es como que los padres vienen a la consulta al consultorio y piensan que el problema es solamente el niño que está teniendo estas conductas, y en realidad, es una consecuencia del contexto familiar, que es un factor determinante de que el chico forje ese tipo de personalidad, y obviamente que es un chico que va a ser más prepotente, tiene más dificultad de integrar los limites, esos signos son los que se puede considerar, pero uno tiene que fijarse cómo es el ambiente familiar”, subrayó.
Por último, la especialista explicó cómo se pude trabajar en solucionar esta problemática, teniendo en cuenta que la problemática se genera en las escuelas. “Claramente los docentes tienen un rol fundamental en esto porque son la autoridad dentro de lo que es el contexto escolar, ellos sí tienen una responsabilidad porque ellos pueden intervenir en todas las conductas dentro del aula y en el establecimiento escolar”, afirmó Novau y destacó que en ese ámbito “se puede dar charlas, hablar de que los chicos empiecen a conocer sobre esto. Porque también toda esta situación se da por falta de conocimiento del chico, es como que el chico piensa que es así y es así, entonces por ahí, a través de las capacitaciones, de las información y las charlas, el chico empieza a darse cuenta de que no es solamente eso sino que hay otras opciones y que uno se puede manejar de otra forma. Todo lo que sea por parte de la escuela es fundamental porque el bullyng se hace específicamente dentro de la escuela”, se explayó.
Seguidamente, la profesional comentó que “en cuanto al tratamiento que nosotros podemos hacer fuera de lo que es el área escolar, se trabaja mucho con el chico en cuanto a esto de poder sublimar de alguna forma, toda la sensación negativa que se tenga, sobre todo, la negativa que se tenga, se refuerza lo que es la seguridad y la autoestima. También se trabaja con esto de reforzar lo que es la tolerancia, de la frustración, se trabaja mucho con lo interno del chico y obviamente con la familia”, explicó. Es una psicoeducación para contener a ese chico porque no es solamente que el niño es el problema sino que el niño está representando también un problema familiar “porque el niño a esa edad el contexto familiar es todo”, entonces “es indispensable que los padres sepan contener a ese chico, que sepan contener a ese joven, porque esto, en algunos casos pueden llegar a tener consecuencias muy negativas, porque realmente el joven que recibe ese maltrato, se denigra totalmente y muchas veces inclusive aparecen ideas de suicidios, hay que tener en cuenta de que por ahí uno minimiza mucho el tema y dice son chicos…… y justamente porque son chicos hay que considerar cada palabra que digan, no hay que dejar nada de la lado, porque ellos dicen algo o manifiestan algo, es fundamental tomarlo porque es su medio de comunicación”, finalizó.