El narcotraficante mexicano Joaquín «El Chapo» Guzmán comenzó el lunes a ser juzgado en una corte federal de Brooklyn en EEUU por tráfico de drogas y conspiración, lo que puede demorar unos cuatro meses y que se inició con la selección del jurado.
Los fiscales, abogados defensores y el juez de distrito Brian Cogan comenzarán eligiendo a los miembros del jurado interrogando a unos 20 de los que descartaron a cinco.
Los miembros del jurado fueron convocados a la sala del tribunal donde aparecieron con pegatinas que los identificaban por su número y que ocultaban su nombre para proteger su seguridad.
Guzmán, que estaba sentado en la sala del tribunal con un traje azul marino y una camisa blanca de cuello abierto, podía verlos, pero pareció prestarles poca atención.
Guzmán, de 61 años, era el líder del Cartel de Sinaloa, que debe su nombre a que operaba en ese estado mexicano. Las autoridades estadounidenses han descrito al grupo como una de las organizaciones de narcotráfico más poderosas del mundo.
El acusado fue extraditado a Estados Unidos desde México el 19 de enero de 2017 después de escapar dos veces de cárceles mexicanas.
Cuando tuvo lugar la extradición, un funcionario mexicano dijo a Reuters que esa medida era una muestra de buena voluntad hacia el presidente Donald Trump, que inició su mandato al día siguiente, aunque el fiscal general adjunto de México para asuntos internacionales, Alberto Elías Beltrán, negó cualquier conexión.
Fiscales estadounidenses afirman que como jefe del Cartel de Sinaloa desde 2003, Guzmán dirigió el traslado de toneladas de drogas, incluyendo heroína, cocaína, marihuana y metanfetaminas a través de la frontera y hacia Estados Unidos. Si es condenado, Guzmán podría pasar el resto de su vida en prisión.
Según documentos judiciales, entre los testigos del juicio habrá exmiembros del Cartel de Sinaloa y otros involucrados en el narcotráfico que ahora cooperan con el Gobierno estadounidense.
Aunque los cargos en el caso están todos vinculados al narcotráfico, también se prevé que los abogados acusadores presenten evidencias de que Guzmán estuvo involucrado en varios planes de asesinato durante enfrentamientos con carteles rivales.
Sus abogados defensores han dado pocas pistas sobre su estrategia legal. Uno de ellos, Eduardo Balarezo, dijo en un documento judicial que tratará de probar que Guzmán era solamente un «teniente» que actuaba bajo órdenes de otros
Extraditado desde México en enero de 2017, El Chapo es acusado de liderar entre 1989 y 2014 el despiadado cártel de Sinaloa, al que fundó y convirtió en «la mayor organización de tráfico de droga del mundo», según la acusación.
La fiscalía, que prepara el caso desde hace años, asegura que El Chapo envió a Estados Unidos al menos 154.626 kilos de cocaína, además de múltiples toneladas de otras drogas, facturando en total unos 14.000 millones de dólares.
El Chapo se declara inocente, pero el gobierno ha presentado montañas de evidencias, más de 300.000 páginas de documentos y al menos 117.000 grabaciones de audio, más centenares de fotos y videos. La última fue entregada el viernes pasado: más fotos y grabaciones ligadas a una incautación de drogas, una llamada que El Chapo hizo desde la cárcel de Manhattan, un mapa e información de comunicaciones interceptadas, según una carta del gobierno archivada ese día ante la Corte.
Su proceso es un gran triunfo para el gobierno estadounidense, que nunca consiguió extraditar y juzgar a Escobar, el exjefe del cártel de Medellín abatido en una operación policial en 1993.
El cártel de Sinaloa fundado en 1989 por El Chapo sigue siendo muy potente, su coacusado Ismael «El Mayo» Zambada continúa prófugo y la violencia del narcotráfico no ceja en México, que tuvo un récord de casi 29.000 homicidios en 2017. En Estados Unidos, el consumo de opiáceos se ha tornado una epidemia que en 2016 mató a un promedio de 174 personas por día.
El abogado de El Chapo Jeffrey Lichtman dijo que el monumental juicio tendrá «cientos de testigos». Se estima que el proceso costará más de 50 millones de dólares. Se presenta como el juicio más caro de la historia de Estados Unidos.
Un gran secreto rodea el caso. Ni siquiera los abogados de El Chapo saben aún quiénes serán sus exsocios, empleados o rivales que declararán en su contra. Lo único que se sabe es que algunos integran el programa de protección de testigos y han recibido nuevas identidades, y que otros ya están en la cárcel y fueron ubicados en celdas especiales para protegerlos. Su cooperación implica un riesgo de vida para ellos y sus familiares, pero puede ayudarles a reducir su pena.
En su celda de Manhattan, El Chapo está solo 23 horas al día. Los únicos que pueden visitarlo son sus tres abogados y sus hijas mellizas de siete años, pero no pueden tocarlo, ya que los separa una mampara de vidrio. Tiene prohibidas las visitas de su esposa Emma Coronel, una exuberante ex reina de belleza de 29 años que se estima estará presente en el juicio.
Capturado por primera vez en Guatemala en 1993, El Chapo pasó más de siete años en una prisión mexicana de la que escapó en 2001, escondido dentro de un carrito de ropa sucia. Arrestado nuevamente en febrero de 2014 volvió a escaparse 14 meses después por un túnel de 1,5 km bajo la ducha de su celda, donde se montó en una moto adaptada para circular sobre rieles.
Fue recapturado en enero de 2016, cuando las autoridades rastrearon su pista luego de que recibió clandestinamente al actor estadounidense Sean Penn y a la actriz mexicana Kate del Castillo, que querían hacer un film sobre su vida.
Fuente: Ambito