Economistas peronistas se expresaron este martes en contra de la propuesta de dolarización que impulsa el candidato a presidente por La Libertad Avanza, Javier Milei, al advertir que implicaría la profundización de los actuales desequilibrios macroeconómicos y, en cambio, impulsaron un programa que tenga como eje central recuperar el poder adquisitivo de los ingresos.
«Dolarización, farsa o tragedia de la Argentina circular» fue el título del encuentro del que participaron los economistas Mercedes D’Alessandro, Pablo Manzanelli, Mariano De Miguel y Eduardo Setti, en la Escuela Justicialista Néstor Kirchner (EJNK), que se realizó en la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET).
Durante la charla hicieron foco en la experiencia de la Convertibilidad en la década del 90 en la Argentina y como la salida de aquel esquema monetario derivó en la crisis de 2002, que arrastró a más de la mitad de la población bajo el umbral de la pobreza y llevó a la tasa de desocupación a superar el 20% en mayo de ese año.
«Una dolarización agudizaría todos los problemas que tiene la Argentina. Pensemos lo difícil y doloroso que fue salir de la convertibilidad en 2001. Y eso fue cuando no habíamos perdido el peso, sino la capacidad de tener política monetaria. Imaginen lo costoso que podría ser salir de una dolarización, en la que ya perdimos la moneda», señaló el secretario de Finanzas, Eduardo Setti.
Según Setti, la convertibilidad llegó para estabilizar un proceso inflacionario, «pero se enamoraron del proceso y sus consecuencias desencadenaron en el 2001», ya que aquel esquema se entró «en un círculo vicioso en el que cada ajuste nos llevaba a un nuevo ajuste» producto de que «no podemos hacer coincidir nuestra competitividad con la de Estados Unidos» que «nos llevaría a convertirnos en un país de servicios, y no productivo, lo que traería un golpe inmediato en la caída del empleo».
«Nosotros vemos otro modelo, de producción y trabajo. Tenemos que convencer a los trabajadores de que no se dejen engañar. Lo que vivimos con Macri, que fue feo, puede ser sólo una muestra gratis. Puede ser gravísimo», advirtió.
Para D’Alessandro, el modelo de dolarización plantea «sacar de encima el peso del Estado, achiquemos lo máximo posible donde el Estado define» lo cual es «totalmente antagónico de lo que propone el peronismo».
«La incertidumbre que tenemos desde hace tiempo hace que muchas personas tiendan a tener un pensamiento mágico de que, si tengo dólares, no me va a pasar nada. Eso no es así», aseguró.
Aunque advirtió que «no alcanza con decir que eso no va, que a Ecuador le fue mal o que sólo 10 países están dolarizados» y que, por ello, la salida es «con un Estado más fuerte y un proyecto que tenga a la justicia social como horizonte».
«No hay proyecto obrero en una economía dolarizada. El desafío está en gestar la puja sin apelar al congelamiento. No queremos la paz de los cementerios que es lo que, en definitiva, propone la dolarización», dijo De Miguel.
Según calculó, aún en un escenario benévolo, la dolarización debería arrancar con un esquema de 2.000 pesos por dólar para que funcione, lo que provocaría una inflación de llano y no solo tendría altos costos de entrada, sino problemas muy graves para su mantenimiento.
«Cuidado con la idea de que, bajo el pretexto de que no dejan dolarizar para curar la enfermedad de la inflación, aparecen los argumentos para poder aplicar un brutal ajuste fiscal», advirtió.
Por último, Manzanelli señaló que dolarizar implicaría «una fuerte transferencia de ingresos hacia sectores más concentrados» y que una salida alternativa para los problemas de la economía implicarían «cambiar el diagnóstico» y «sacar al ajuste fiscal como elemento único» para incorporar la necesidad de «revisar los acuerdos de deuda con el Fondo y con el sector privado bajo ley nacional» y «una investigación sobre la cancelación de deuda privada»
«El principal objetivo tienen que ser recuperar los ingresos de sectores populares. No es inexorable una fuerte devaluación como única medida. Hay que hacer un acuerdo de precios relativos», concluyó Manzanelli.
Fuente: Télam