¿Qué es el amor?
El amor es un sentimiento universal, sin embargo, las relaciones de pareja son una construcción cultural que varía según el lugar y momento de la historia. El amor se ha considerado como ingrediente fundamental del matrimonio o, por el contrario, como algo que bien podía estar ausente.
El término proviene de la palabra latina “amōris, y esta a su vez del verbo “amare”, que significa amar. La raíz de esta palabra, “ama” significa madre. Y es con nuestra madre, normalmente, con la que tenemos el primer vínculo afectivo y por lo tanto, de amor. De hecho, el apego, es la primera forma de amor que conoce el ser humano.
Sobrevivimos gracias al amor y cuidado de las primeras figuras que nos sostienen al nacer, y de la forma de vincularse de esos primeros referentes dependerá el APEGO que se establezca y el tipo de apego que tenemos en la edad adulta con las personas que amamos: seguro, ansioso, evitativo o desorganizado.
Miedo a la soledad
Elegir desde el miedo a la soledad muchas veces es el miedo a estar en pareja, por lo tanto, una elije constantemente personas que nos abandonan. El trabajo aquí es enfrentarse a una misma, aprender a convivir con una, perdonarme, amarme, conocer lo bueno y lo malo de mi y abrazarlo, y una vez que me sienta cómoda estando conmigo, elegir con quien compartir mi vida y mis momentos, sin perder nunca ese bienestar.
El amor a lo largo de la historia
Para los egipcios, el matrimonio tenía una función muy específica: la de procurarse descendencia y mejorar así las posibilidades de supervivencia. Tener hijos no era una cuestión de opciones: era necesario.
En cuanto a la vida en la antigua Grecia, el matrimonio se consideraba una obligación para los ciudadanos. La ley perseguía a los solteros pues no cumplían con su deber para con la sociedad. Debían casarse para tener muchos hijos para que estos contribuyesen en la sociedad.
En la antigua Roma, la mayoría de relaciones amorosas y eróticas se daban fuera del matrimonio. Pero sólo en el caso de los varones. Ellas debían fidelidad y castidad absoluta a su marido, mientras que éste podía entablar relaciones fuera del matrimonio.
En la Edad Media, debido a la estricta moral cristiana de la época, las relaciones eróticas por puro placer eran desestimadas y castigadas moralmente. Estaba mal visto tener relaciones prematrimoniales. Y de hecho, los matrimonios debían ser de “por vida” según la moral eclesiástica. El divorcio era algo prácticamente inconcebible. Las relaciones en el matrimonio debían limitabas, sólo podían realizarse con vistas a engendrar.
¿Deseo y amor van de la mano?
El amor es la construcción con otro, donde a través de las diferencias se construye un vínculo de respeto, confianza y sostén mutuo. El deseo es un impulso sexual motivado por la atracción física hacia otra persona, que se basa en la búsqueda de placer y satisfacción sexual.
Si bien ambos no son excluyentes “Puedo amar a alguien por quien además siento un profundo deseo sexual” tampoco es extraño que se den por separado, o que pueda sentir deseo sexual por otras personas que no sean mi pareja.
¿Abrir la pareja?
En los últimos años esta modalidad se ha hecho muy popular, pareciera que de laguna manera “protege” o “disminuye” el miedo, muchas veces latente, de ser engañado/a. si se llega a un arreglo para abrir la pareja, de alguna manera reconozco y habilito a que el otro satisfaga sus deseos sexuales, al igual que yo, pero siempre manteniendo la relación de pareja “a salvo”. Es importante entender que abrir una relación no nos asegura la felicidad en la pareja, estar en pareja es un riesgo siempre, es “darle al otro el poder de lastimarte” y confiar en que, teniendo ese poder, no lo hará. Hay características de un vínculo de pareja que no tiene el vínculo de amantes: la cotidianeidad, el sostén de un hogar, la economía de la casa, el cuidado y crianza de los hijos. Por eso el vínculo con una amante es una ilusión, muchas veces es idealizado, porque es un momento feliz y mágico. Muchas veces, cuando luego de un engaño el matrimonio decide poner fin a la relación, y uno de ellos se va a convivir con quien era su amante, el vínculo termina al poco tiempo, porque se repiten allí las cosas cotidianas de una convivencia.
Sin embargo, si la pareja decide abrir la relación, de común acuerdo (asegurarse de que no es uno solo el que siente el deseo y convence a la otra persona), es muy importante que estén en un buen momento (abrir la pareja no va a resolver una crisis) y que haya mucho dialogo, incluso muchas parejas visitan a una psicóloga para que los acompañe en este proceso.
¿Perdonar la infidelidad?
El infiel es alguien que no cree «no creo encontrar en mi pareja lo que estoy buscando”.
Mitos de la infidelidad:
- Si alguien te es infiel no te ama
- El que comete la infidelidad es una mala persona
- El que sufre la infidelidad es un tonto/a
Estos son los mitos que rondan el tema de la infidelidad producto de creencias culturales, sociales, familiares.
La infidelidad genera un dolor mu grande porque nos enfrenta a la realidad de que mi pareja nunca se sentirá atraída por nadie que no sea yo si me ama, y es necesario duelar esta desilusión. Generalmente cuanto mas idealizo a la otra persona, mayor es mi desilusión; entender que el otro/a no es un ser perfecto incapaz de sentir otras cosas es un duelo que hay que atravesar.
Cada caso es diferente, porque no es lo mismo perdonar una aventura que una relación de amantes (2 años de relación en promedio).
Después de una infidelidad es necesario sentarse a conversar, y acordar qué tipo de pareja queremos ser a partir de ahora. “Quiero volver el tiempo atrás” es una de los deseos que las personas expresan en terapia, y lamentablemente, eso no es posible, ni recomendable, porque algo del tiempo pasado no estaba funcionando. Lo enriquecedor es hacer un nuevo pacto de pareja, y hacerlo en un contexto de terapia de pareja es lo ideal.
El mayor desafío para la persona engañada es saber si desea perdonar y darle al vínculo una nueva oportunidad o si lo que quiere es continuar la relación a manera de “castigo” para recordar cada día al infiel el error que ha cometido.
¿Cómo construir una relación sana de pareja?
Elegir una pareja es una de las decisiones mas importantes de nuestra vida, es la elección de esa persona con quien decidimos compartir nuestra vida.
Pasos para la elección de una pareja:
- El primer paso es el chispazo, las cosquillas en la panza, la química, este paso es físico, hormonal. Se ha estudiado que esta primera parte de “enamoramiento” dura aproximadamente un año y medio, en esta fase se segregan hormonas que estimulan la euforia, la inconsciencia, el apego.
- El segundo paso es el que la mayoría de las personas se saltea, y en el que mas tenemos que prestar atención: la parte racional, la inteligencia.
Rojas Estapé sugiere que podamos hacernos 4 preguntas básicas a la hora de conocer a una persona:
¿Esta persona me conviene?
¿Me hace ser mejor persona?
¿Saca lo mejor de mí?
¿Es lo que siempre he querido para mí? Para responder esta pregunta debo conocerme y saber qué es lo que quiero.
Nuevos paradigmas
Hoy en día hablamos de familias, en plural, de múltiples formas de elegirse, organizarse, amarse y conformarse para compartir la vida.
Muchas parejas en la actualidad deciden no tener hijos, por múltiples razones, comparten su vida con amigos y conviven con sus mascotas.
Otros deciden adoptar o ser una familia de acogida, compartiendo su vida con niños y niñas que por diferentes motivos no pueden estar en su hogar.
Hay quienes deciden abrir su pareja, tener una sexualidad fluida y abierta, porque pueden diferenciar muy claramente el amor del deseo sexual.
Otros hoy en día apuestan a relaciones clásicas, piden la mano de su amada y proponen casamiento para construir un proyecto para toda la vida.
Sea cual sea tu elección, es importante primero que nada que sepas que “estar en pareja” no debería ser nunca una obligación o un requisito para sentirte completa/o.
El vinculo mas importante que debemos tener en la vida es con nosotras mismas, disfrutar de la intimidad, conocerme, saber qué me gusta, tener un hobby, comer sano, cuidar mi salud, conocer mis límites, retirarme de los lugares donde no soy respetada, y desde esa seguridad interior, desde ese amor propio conservado, elegir a alguien que me sume, y que nunca anule mi esencia.
Si estas en una relación que no te hace feliz, pedí ayuda.
Lic. en Psicología Natalia Pino Roldan (M.P. 360)
Especialista en violencia familiar y poder femenino
Terapia de pareja Cel: 0376 154661704