Creada gracias a un proyecto de la Unión de Docentes de la Provincia de Misiones (UDPM) que buscaba dar una respuesta concreta a la necesidad de los alumnos misioneros que se alejaban de la escolaridad por padecer problemas de salud, se inauguró la 6ta Escuela Hospitalaria Domiciliaria de Misiones, en Apóstoles.
Estuvieron presentes la secretaria general de la UDPM, Stella Maris Leverberg acompañada por el ministro de Salud, Walter Villalba; el ministro de Hacienda, Adolfo Safran; el presidente del CGE, Mauricio Maidana y el subsecretario de Educación, Christian Dechat; el intendente de Apóstoles, Mario Vialey y demás funcionarios y Delegados de la UDPM.
De esta manera, Apóstoles se suma a las localidades de Jardín América, Oberá, San Vicente, Iguazú y Posadas que ya cuentan con una escuela de este tipo en pleno funcionamiento.
“Quiero agradecer el compromiso a los docentes que vinieron y pintaron este hermoso lugar y no necesitaron mano de obra de nadie ni dinero. De esta manera sumamos los esfuerzos y mostramos a la sociedad que la educación sigue siendo la herramienta transformadora y además la educación es el símbolo del amor, de la entrega de ayudarnos entre todos”, expresó la titular de la UDPM.
En otra parte manifestó “celebro muchísimo que hayan entendido este proyecto, y sobre todo hablo de nuestro gobernador Hugo Mario Passalacqua, del vice Oscar Herrera Ahuad porque ambos acompañaron esta iniciativa que formó parte de la agenda sindical de la UDPM”.
Asimismo agregó que “los congresales son los que aprobaron en congreso provincial de la UDPM que estas escuelas hospitalarias y domiciliarias debían desparramarse, si me permiten el término, en todo el territorio provincial para llegar a la mayor cantidad de alumnos con necesidades de contención y de inclusión de defensa de sus derechos”.
En tanto el ministro de Salud recalcó que “el chico tiene derecho a culminar su currícula escolar aunque tenga un año de enfermedad y también es bueno que se vea la actitud educativa dentro de un hospital o después dentro de la casa. También ustedes no se imaginan lo gratificante que es el momento en el cual nuestros docentes le ponen mucha garra, mucho corazón y mucho amor en las actividades con los niños enfermos”.
“Es así como hacen que la enfermedad pase a un segundo plano y que el dolor desaparezca para el paciente y toda su familia y quieren que el docente vuelva a la mañana siguiente”, comentó Villalba