En su primer discurso como vicepresidente, y ante una Plaza de Mayo repleta, Cristina Fernández de Kirchner le dijo a Alberto Fernández que «no se preocupe por las tapas de diario» y que «se preocupe por llegar al corazón de los argentinos», dado que «ellos siempre van a estar con usted».
Desde el escenario montado en la explanada de la Casa Rosada, Cristina se dirigió a las miles de personas que desfilaron por la plaza desde muy temprano para participar de las celebraciones por el Día de la Democracia y los DDHH, en el marco del traspaso de mando.
«Le han dejado un país devastado, pero usted tiene la fuerza y la convicción para cambiar esta realidad tan fea que hoy viven los argentinos. Tenga fe en el pueblo, tenga fe en la historia. La historia la terminan escribiendo más temprano o más tarde, los pueblos», le pidió la expresidente al flamante mandatario.
Con respecto a la formación del Frente de Todos, Fernández de Kirchner sostuvo: «Estamos aquí porque hemos unido las voluntades, no solamente la voluntad individual de un dirigente o dirigenta. Unimos la voluntad de millones que creen que es posible vivir en un país diferentes, en un país mejor”.
«Yo no soy hipócrita, no lo voy a ser nunca. Puedo equivocarme, puedo cometer errores, pero ustedes saben que digo lo que pienso y hago lo que siento. Nunca otra cosa diferente», advirtió Cristina, y destacó que «le hemos puesto a la voluntad política de cambio la memoria del pueblo y de la historia».
En referencia a la unidad conseguida en su espacio político, dijo: «La moldeamos con la humildad. Con la humildad que debemos tener todos y cada uno de nosotros para saber que lo colectivo es más importante que lo individual».
Y agregó: «Los dirigentes deben entender de una buena vez por todas, con generosidad y humildad, que no todo empieza y termina en uno. Al contrario, uno es más grande cuando es parte de un todo, sino solamente somos individualidades sueltas».
Fuente: Ambito