Atraídos por la calidad de sus playas y por la atención que se brinda al turista, miles de argentinos usaron la unión vial internacional entre Santo Tomé, Corrientes, y San Borja, Brasil, para cruzar la frontera rumbo a los mayores centros turísticos ubicados en el Litoral de Santa Catarina y Río Grande do Sul: Camboriú, Florianópolis, Torres, Bombas, Bombinhas, Itapema, Capao de Canoa, entre otros lugares.
La información surge de datos estadísticos oficiales aportados por Mercovía S.A., que es la empresa concesionaria del primer Centro Unificado de Frontera del Mercosur. Durante el fin de semana último, fue cuando se produjo el primer recambio turístico de la temporada, y miles optaron por este cruce del puente internacional De la Integración para pasar la frontera rumbo a las playas brasileñas, mayormente las que se encuentran en los Estados mencionados.
Las estadísticas indican que en la primera quincena de 2017, en el sentido Argentina-Brasil, se registró el cruce de 7.909 vehículos de turistas, mientras que en el mismo período del presente año fueron 8.656 automóviles que utilizaron el puente, lo que refleja un incremento del 9,44 por ciento. En tanto, en el sentido Brasil-Argentina, en los primeros 15 días de 2017 pasaron 2.546 vehículos, y en 2018 fueron 2.807 automóviles, logrando un incremento del 10,25 por ciento.
En este sentido, queda establecido que en el inicio del año pasado, entre ambos países, cruzaron 10.455 vehículos turistas, mientras que en 2018 en la primera quincena, fueron 11.463 automóviles los que optaron por esta vía, lo que hace un 9,64 por ciento de incremento.
A todo esto, merecen destacarse las comodidades que ofrece este cruce fronterizo, ubicado en la cabecera del puente internacional De la Integración; en este caso, lo puntual para los turistas, como ser instalaciones amplias, seguras y cómodas que cuentan con Wi-fi, restaurant y, quizás lo más importante, es el control migratorio integrado, lo que agiliza sobremanera la realización de los trámites correspondientes para quienes deben cruzar al Brasil.
Fuente: diario El Libertador