El especialista en management más reconocido del país, Eduardo Kastika, habló con ENFOQUE sobre innovación en tiempos de crisis y creatividad en contextos de frontera. El 23 de septiembre dictará un tallerde capacitación en el Instituto Montoya de la ciudad de Posadas.
Sus conferencias en todo el mundo convocan a empresarios, profesionales y jóvenes. Y muchos de ellos, aseguran que se viven momentos de gran motivación, donde se despliegan herramientas que animan a la gente a emprender con decisión.
En poco tiempo, en Posadas disertará sobre creatividad e innovación. Pero, ¿qué diferencias hay entre un creativo y un innovador?
La persona creativa quiere expresar su originalidad, producir aportes que a la gente les resulten interesantes, valiosos, distintos. El innovador está más enfocado en que las ideas que plantea sean adoptadas por la sociedad, se acepten y formen parte de la vida de las personas. Hay artistas que logran plasmar su creatividad, pero no son especialmente innovadores, porque sus ideas empiezan y terminan en su propia obra. Y hay personas innovadoras que viven de implementar ideas de otros, que las adaptan, las mejoran, las simplifican, y en eso puede haber creatividad. Pero lo que les interesa es que esas ideas agreguen valor, incluso que sean copiadas por la gente.
Eduardo Kastika es uno de los expertos en management que más ha trabajado la cuestión de la creatividad y la innovación en Latinoamérica, al punto que hoy es un referente ineludible en relación a la gestión de empresas.
¿Cuán difícil es ser creativo e innovador en medio de una crisis económica como la actual?
Es muy difícil innovar cuando hay crisis. Las crisis hacen que afloren nuestras habilidades vinculadas al ingenio, a las ideas provisorias, al «salir del paso». Pero la innovación de una sociedad necesita continuidad y previsibilidad de ciertas condiciones. No alcanza con ser ingeniosos. La creatividad no es sólo generar respuestas ante problemas externos, como los que plantean las crisis. También implica crear nuevos problemas, problematizar cuestiones, crear nuevos desafíos.
En el caso de Misiones, ¿vivir en un contexto de frontera permite un tipo de creatividad distinto al que se da, por ejemplo, en Buenos Aires?
Los contextos con fronteras son interesantísimos para la creatividad. Plantean diversidad, heterogeneidad, sincretismo y una serie de matices muy favorables a la creatividad. La clave es, luego, convertir estos matices y esa diversidad en ideas sostenibles en el tiempo. Es decir, aprovechar la riqueza de las fronteras para plantear desafíos interesantes, más allá de una actitud meramente reactiva a los problemas específicos que aparecen en zonas de frontera.
¿Se puede llegar a ser un emprendedor creativo perfecto?
Si buscamos ser emprendedores creativos y perfectos, es muy difícil animarnos a emprender. Porque emprender es una decisión que funciona, especialmente, cuando proviene de nuestras motivaciones intrínsecas, y no de una obligación externa. No hay nada malo en tener una vida sustentada en un trabajo estable de relación de dependencia. Para ser emprendedor tenemos que tener proyectos que nos entusiasmen, sentir que hay desafíos que valen la pena, lo suficiente como para asumir riesgos y resignar un montón de cosas que, quien tiene un trabajo estable, no resigna.
Artículo publicado en la Edición N° 30 de Revista ENFOQUE
Escribe Augusto Barrios Hermosa (Posadas)