Lorena Schtainer Hendrie, vicepresidente del Colegio de Farmacéuticos de Misiones, dijo que la partida de test rápidos de coronavirus que llegó a Argentina se agotó rápidamente en Buenos Aires. Aún cuando no mencionó fecha, esperan que un segundo lote llegue a la provincia para poder venderlas en las farmacias.
Recordó que las obras sociales no cubren el test rápido ya que son de venta libre. Sobre el uso indicó: “El ciudadano que quiera acceder al test se debe acercar a la farmacia, pero lo debe realizar un profesional de la salud (bioquímico o médico) que son quienes informan los resultados a Salud Pública”.
El producto se conoce como Immunobio y es desarrollado por el laboratorio Hangzhou Immuno Biotech CO Ltd, aunque importado al país por Vyam Group S.R.L.. De acuerdo al fabricante, permite entre 1 y 20 minutos conocer el resultado, con una eficacia del 96,8 por ciento. De todas formas, aclara que en caso de dar negativo, no se descarta una posible presencia del virus en la persona testeada.
Este test rápido tiene un precio al público de 2.600 pesos, mientras que en un laboratorio un test de antígeno por PCR puede costar entre 4 mil y 6 mil pesos. Vyam Group S.R.L. compró 20.000 unidades que se agotaron rápidamente y afirma que importará una mayor cantidad próximamente.
Cómo funciona el test
Existen actualmente tres tipo de test: Prueba moleculares (RT-PCR), Prueba de detección de antígenos y Prueba de detección de anticuerpos.
En este caso, se trata de un test de antígeno que se hace a través de un hisopado “para la detección cualitativa de antígenos del nuevo coronavirus SARS-CoV2 utilizando secreciones de garganta humana y secreciones nasales»
«El mismo está compuesto por una bolsa de aluminio con cassete de prueba y desecante, tampón de ensayo (buffer), hisopo estéril y tubo de recolección de muestras e instrucciones de uso)”, agrega la caja, que por último aclara: “Los resultados negativos no descartan infección por Covid-19”.
Las ventajas de la detección rápida IgG / IgM
Indica las infecciones recientes e infecciones anteriores, reduciendo las tasas de detección perdidas.
No se necesitan instrumentos; adaptado para los hospitales de atención primaria y clínicas ambulatories convencionales.
Las pruebas se realizan sin un tubo especial de recogida de virus.