Después de la frenética agenda que tuvo el Congreso la semana pasada, donde el kirchnerismo empujó de manera atolondrada y logró -entre el jueves y el sábado a la madrugada- un megapaquete de leyes, el oficialismo plancharía su propia extensión de sesiones extraordinarias y empujaría el regreso al recinto a partir del 22 de enero próximo.
Tras el regalo K de suba de impuestos y el polémico achatamiento de la pirámide previsional en sesiones que comandaron Sergio Massa (Diputados) y Cristina de Kirchner (Senado), queda pendiente el nuevo freno al pacto fiscal original firmado en 2017 para que las provincias puedan subir impuestos locales, como Ingresos Brutos y Sellos.
Al ingresar por el Senado, dicha cámara ya aprobó el texto junto a la megainiciativa de emergencias de todo tipo y plan de ajuste. La Cámara baja titubeó en los últimos días con respecto a sesionar mañana, pero esa posibilidad quedó dinamitada antes de los festejos por Navidad. De hecho, ningún legislador oficialista u opositor consultado por Ámbito Financiero fue informado sobre intenciones para reunirse en el recinto el 27.
Bajo este panorama, y ante un sinfín de idas y vueltas que hizo el Gobierno kirchnerista desde antes de convocar a sesiones extraordinarias, Diputados recién volvería a juntarse desde el 15 de enero para tratar el nuevo freno al Pacto Fiscal, tras las trabas votadas a fines de 2018 -para no bajar impuestos provinciales- que negoció el macrismo con el entonces peronismo opositor.
El freno fiscal incluso ya tuvo el aval de varias legislaturas provinciales en los últimos días, pese a no tener la sanción definitiva del Congreso. Desde algunos despachos legislativos deslizaron dudas con respecto de dicha metodología pero aseguraron que la firma de gobernadores y Casa Rosada permitiría la vigencia del acuerdo hasta su tratamiento y luz verde oficial en Senado -ya se votó- y Diputados.
Un tema irresuelto son las picardías K para dejar fuera del ajuste a las jubilaciones judiciales, políticas y diplomáticas, que le generaron un fuerte dolor de cabeza al Gobierno. Tras las críticas, Casa Rosada prometió el envío de proyectos para solucionar la cuestión. Sin embargo, aún no hay precisiones sobre las inciativas y su tratamiento también se extendería durante la segunda quincena de enero y febrero. Desde la oposición macrista, en tanto, señalaron a este diario que “el kirchnerismo no tiene mucho margen para pisar este tema y deberá apurar la sanción de las leyes para no quedar mal ante la sociedad”. Desde fin del año pasado y durante el corriente, el pago de Ganancias de magistrados que intentó Cambiemos quedó en la nada.
Penoso
El interbloque de Juntos por el Cambio en la Cámara alta rechazó el uso -y abuso- de la cuenta institucional del Senado que comenzó a adoptar la titular del cuerpo, Cristina de Kirchner, y solicitó alejar dicho instrumento de comunicación de “cualquier uso partidario o personal de las autoridades que circunstancialmente lo componen”.
“Se trata de herramientas que deben reflejar las voces de todos los actores que integramos esta casa, sin distinción de pertenencia partidaria o política. Consideramos que el uso que se le ha dado para responder a dos publicaciones de medios de comunicación excede el rol para el que han sido creados”, dijeron los senadores.
Además, agregaron: “Tanto la presidenta del Senado, como cualquiera de los senadores, debería utilizar sus redes sociales personales, o hacer uso del derecho constitucional de réplica para responder a los medios con los que disiente. Toda crítica en este sentido a notas periodísticas debe hacerse en nombre propio. Es indispensable separar lo personal de lo institucional”, manifestaron los legisladores macristas.
Por último, los legisladores macristas expresaron: “Apostamos a la libertad de expresión y a la libertad de prensa como premisas fundamentales de cualquier desarrollo democrático. Dejamos asentado que las expresiones realizadas últimamente no representan a la totalidad de quienes integramos el Senado de la Nación”.
Fuente: Ambito