El Tribunal Oral Federal 4 condenó hoy a 12 años de prisión al empresario Lázaro Báez por el delito de lavado de dinero a través de la financiera SGI, conocida como «La Rosadita».
Tras iniciar el juicio en octubre de 2018, la Justicia leyó este miércoles el veredicto por videoconferencia y también dispuso 9 años para su hijo, Martín Báez, el único detenido en cárcel común, ya que la Justicia había considerado que quiso obstruir la investigación al movilizar dinero.
El Tribunal por mayoría condenó al titular de Austral Construcciones a 12 años por «lavado de activos agravado» y a la «multa de ocho veces el monto de las operaciones», que fueron de casi 60 millones de dólares fugados al exterior, a cuentas en paraísos fiscales, que luego retornó a la Argentina a través de la compra de bonos.
Los hechos de lavado de dinero no sólo fueron con la fuga de más de dinero, sino también por la compra del campo «El Carrizalejo» en la provincia de Mendoza, en la que él y su hijo Martín fueron considerados coautores del delito.
En tanto, el TOF condenó al «arrepentido» Leonardo Fariña a cinco años de prisión, y a él se le agregó como hecho de lavado de dinero la compra de un departamento en Avenida Del Libertador en el cual convivió junto a su entonces esposa, la modelo Karina Jelinek.
«La pena fue reducida en tres años por su rol de imputado colaborador», explicó el presidente del Tribunal, encargado de leer la extensa sentencia desde su despacho de Comodoro Py.
El contador de Báez, Daniel Pérez Gadin, recibió la pena de 8 años de cárcel por las maniobras que encabezó su jefe.
Los jueces Adriana Palliotti, Guillermo Costabel y María López Iñíguez también sentenciaron a 8 años el abogado del empresario, Jorge Chueco, mientras que Fabián Rossi recibió 5 años de pena.
Sobre Leandro Báez cayó la condena de 5 años de prisión, por ser «partícipe necesario» del lavado de activos, mientras que Federico Elaskar recibió 4 años por «lavado agravado».
Por último, las hijas de Báez, Melina y Luciana, fueron condenadas a 3 años de cárcel.
Lázaro Báez está detenido desde abril de 2016 y desde ese momento estuvo con prisión preventiva en la cárcel de Ezeiza, hasta que en septiembre de 2020 la Justicia le otorgó la domiciliaria y se espera que por el momento siga con ese beneficio.
Si bien en el veredicto no se detalló, pero será algo que sí se hará cuando den a conocer los argumentos, para los jueces Palliotti y Costabel (puesto que López Iñíguez fue en disidencia), el delito precedente en el lavado de dinero fue el haber recibido obra pública durante el gobierno de los Kirchner.
Más allá de que no hay en este juicio ningún funcionario público acusado, los alcances de este proceso se podrán ver en el otro que sí se sigue por fraude en la obra pública contra Báez y la vicepresidenta Cristina Kirchner, entre muchos otros.
Por lo pronto, el Tribunal no ha ordenado ninguna detención, por lo que Lázaro Báez seguirá arrestado en su domicilio (el cual no se conoce), y también su hijo Martín que si bien venía detenido es probable que recupere su libertad o acceda a algún beneficio, puesto que la Cámara Federal de Casación Penal recientemente dispuso que se observe su tiempo de detención.
Fuente: Noticias Argentinas