Aprender, innovar, mejorar las condiciones de trabajo y la calidad del producto final: la yerba mate. Bajo esta premisa, el Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym) inició (este martes 11 de abril) la etapa 2017 de capacitación de Normas de Buenas Prácticas de Manufactura para Secaderos de la Zona Productora, instrucción que se brinda a través del Instituto Argentino de Normalización y Certificación (Iram) y que alcanza, este año, a once establecimientos de la zona productora (Misiones y Corrientes).
“Tenemos muchas expectativas con esta iniciativa”, dijo el presidente del Inym, ingeniero Alberto Re, al dar inicio a la primera jornada de capacitación en BPM. “Los nuevos tiempos –continuó- nos exigen cambios, un cambio de mentalidad y un cambio en las prácticas de producción; la yerba mate es un alimento y como tal debemos asegurar inocuidad y calidad, y tenemos que proyectar estas mejoras teniendo en cuenta que los mercados exigen estas garantías”.
La capacitación en secaderos forma parte del Plan Estratégico para el Sector Yerbatero, documento consensuado por todos los eslabones de la cadena yerbatera y en cuyo punto 3.6 del eslabón de Secaderos se indica “mejorar en forma integral la calidad del procesamiento de la yerba mate a través de la implementación de buenas prácticas de manejo y tecnologías apropiadas, mediante asistencia técnica, financiera y capacitación”.
Serán trabajadores de once secaderos los que recibirán, durante 8 meses, conocimientos para lograr el producto yerba mate en condiciones sanitarias adecuadas y disminuyendo los riesgos inherentes a la producción y distribución, mejorando la competitividad y sustentabilidad de las actividades. Ellos son Fontana SA, J.S. SA, Productores de Yerba Mate de Santo Pipo, Valois SACIFIA, Hugo Miguel Unisony, Ernesto Klingbeil, ANRA SRL, Agro Moreno SRL, y Establecimiento IMHOF SRL.
“Todos los productos certificados con Iram tienen garantía de calidad”, sostuvo Jorge Coulter, gerente regional de IRAM, quien explicó el proceso que involucra el otorgamiento de la certificación, una tarea que-dijo- “además de demostrar mejoras permanentes en el proceso de producción, plantea el desafío permanente de optimización”.
Coulter detalló que en el trabajo que inician con los once secaderos, “el primer paso será un diagnóstico; el siguiente es la capacitación en base a ese diagnóstico, y luego vienen auditorías, las cuales son evolutivas, que se va profundizando en cada etapa de la norma auditada, y son esas etapas las que terminan con la certificación IRAM; dentro de cada etapa hay acciones correctivas que los secaderos tendrían que estar implementando para pasar a las etapas siguientes”.
Una vez superada esta etapa de capacitación, “los secaderos estarán en las puertas de la certificación”, celebró el ingeniero Raúl Escalada, sub gerente del área Técnica del Inym. “Y estaremos cumpliendo una demanda del sector que está contemplada en el Plan Estratégico, y ofreciendo un mejor producto de yerba mate”, agregó.
Para dar cumplimiento a esta consigna, el Inym firmó un convenio marco de cooperación recíproca con el IRAM que establece, entre otros ítems, que ambas instituciones “impulsarán la adopción de medidas que estimulen la investigación y desarrollo de las actividades relacionadas con esquemas de buenas prácticas tanto de producción como de manufactura de yerba mate”.
El Iram es una asociación civil sin fines de lucro, que fue fundada en el año 1935 por representantes de los diversos sectores de la economía, del Gobierno y de las instituciones científico-técnicas, y que tiene como objetivos “promover el uso racional de los recursos y la actividad creativa y facilitar la producción, el comercio y la transferencia de conocimiento, contribuyendo a mejorar la calidad de vida, el bienestar y la seguridad de las personas”; y “desarrollar servicios de certificación que contribuyan al desarrollo tecnológico, al uso intensivo de las normas y a la mejora continua de los productos, procesos y servicios para beneficio de los consumidores, de las propias empresas y de la sociedad en general”.
De hecho, el Iram promovió un total de 28 resoluciones sobre calidad de la yerba mate, normalizando análisis físicos y químicos de producción y elaboración, y de Buenas Prácticas de Manufactura, y jerarquizando al producto. Con este nuevo convenio, la institución pone a disposición toda su infraestructura en beneficio del sector yerbatero.
Esta es la segunda etapa de implementación Programa de Buenas Prácticas de Manufactura. La primera se implementó durante el 2015, con el apoyo técnico del Instituto Nacional de Tecnología Industrial, y alcanzó a trabajadores de la Cooperativa Agropecuaria e Industrial Yapeyú Limitada (Colonia Yapeyú), Cooperativa de Productores y Elaboradores de Te de Guaraní Limitada (Guaraní), Yerba Mate Kraus (San Ignacio), Cooperativa Yerbatera Dos de Mayo Limitada (Picada Indumar), Cooperativa Agrícola Mixta de Montecarlo (Montecarlo), San Miguel S.A. (Oberá), Empresa Fontana S.A. (Campo Grande), Cooperativa Agrícola de la Colonia Liebig (Colonia Liebig), Empresa EMPRO SRL (Los Helechos), el establecimiento yerbatero perteneciente a Aníbal Mondini (Hipólito Irigoyen) y Establecimiento Don Leandro S.R.L (Leandro N Alem).