En el sector automotor esperan llegar este año a un mercado de un millón de unidades. Al parecer no quieren perder ni un instante para alcanzar esa meta y esto se percibe en las agresivas bonificaciones que están vigentes en estos primeros días de 2018. Los descuentos llegan hasta el 20% sobre el valor del precio de lista de los 0km, especialmente de los más accesibles, pero todo depende de la habilidad del comprador para negociar y de la necesidad del vendedor para cerrar la operación. Esto hace que un mismo modelo tenga diferencias de hasta $15.000 o $20.000 de una concesionaria a otra, con pocas cuadras de por medio, como pudo comprobar Ámbito Financiero en una recorrida por varias agencias. Las terminales han puesto objetivos comerciales muy exigentes para su red de ventas y eso hace que se puedan conseguir precios muy atractivos. Una parte de la bonificación corre por cuenta de la fábrica pero el porcentaje mayor de descuento depende de la concesionaria. Es por eso que los vendedores se quejan por la baja rentabilidad y viven en una puja permanente con las fábricas. Es que si bien los 0km aumentan todos los meses, la política de bonificaciones provoca que, medido en valores reales, los autos estén más accesibles en relación con otros bienes de la economía. Los autos se incrementaron en un 18% en promedio durante 2017 pero con descuentos de este tipo, en algunos modelos se paga muy poco más de lo que se hacía un año atrás.
La gran explicación de este mercado «ofertado» tiene que ver con Brasil. Como la demanda en ese país pasó de 4 millones de 0km a tan sólo 2 millones en pocos años, la capacidad instalada de sus plantas está al 50% de su utilización. Es por eso que durante los últimos dos años, los 0km producidos en ese país llegaron en avalancha. Para colocar esos vehículos en el mercado argentino se apostó a estas grandes bonificaciones que continúan en 2018. La consecuencia de esto es que 2017 cerró con récord de autos importados, la mayoría llegados desde el socio del Mercosur. Un dato para tener en cuenta es que Brasil se está recuperando y esto puede cambiar la situación, pero no por el momento.
El mercado está revolucionado por este festival de descuentos y es muy difícil definir hoy el precio «real» de un auto. Hay muchas variables. Por ejemplo, el momento del mes en el que se compra. Los últimos días, en las concesionarias que no llegaron al objetivo, están más «generosas» debido a que necesitan sumar operaciones para alcanzar la meta. Eso es algo que debe tener el comprador. Tampoco debe quedarse con el primer precio que le pasan ya que al mostrarse disconforme aparecerá algún punto adicional de descuento «por única vez». Es que los premios o incentivos que reciben las concesionarias por alcanzar el volumen de operaciones exigido son superiores a lo que pude dejar de ganar por una rebaja adicional.
Es cierto que el comprador tiene que tener en cuenta que los gastos de patentamientos, flete, impuestos y demás correrán sobre el precio de lista y pueden ser de entre 6% y 10% del valor del vehículo. Lo mismo el seguro. Los que salen perjudicado por estas fuertes bonificaciones son quienes están comprando 0km a través de los planes de ahorro. La cuota se fija sobre el precio de lista por lo que está adquiriendo un vehículo a un valor muy por encima de lo que se consigue en el mercado.
Pese a esto, la política de descuentos que se mantiene este año sigue siendo exitosa para el sector. De esta manera 2017 cerró como el segundo mejor año de la historia en cuanto a patentamientos de 0km, con 900.000 unidades, y por eso, en el sector, son optimistas para llegar en 2018 a un millón. Se estima que medidos en registros, este será el mejor enero de la historia con un volumen que podría llegar a 115.000.