China presentó este miércoles el primer portaaviones de construcción propia, el segundo de su Armada, como gesto de fuerza en medio de la tensión regional que generaron los cruces de amenazas entre Estados Unidos y Corea del Norte.
Adornado con decenas de banderas rojas en su proa, el portaaviones, temporalmente denominado con el nombre en código 001A, fue presentado en sociedad en una ceremonia en el astillero de Dalian presidida por el general Fan Changlong, «número dos» de las Fuerzas Armadas chinas.
El buque insignia de la Armada oriental mide 315 metros de eslora, 75 de manga y alcanza una velocidad de 31 nudos, con un desplazamiento de 31.000 toneladas.
La construcción del portaaviones en los astilleros de China Shipbuilding Industry en Dalian comenzó en 2015, después de dos años de trabajos preliminares en la también costera provincia de Shandong, que probablemente será el nombre con el que sea bautizado el nuevo buque, indicó la agencia EFE.
Los expertos consideran que el 001A es una muestra de orgullo y fuerza para China, un país donde las fuerzas terrestres y aéreas estuvieron durante décadas más desarrolladas técnicamente que la Armada, algo que inquietaba a un país con crecientes conflictos marítimos con sus vecinos.
Se especulaba con la posibilidad de que el 001A fuera presentado el domingo pasado, coincidiendo con el 68 aniversario de la fundación de la Armada china, pero finalmente ocurrió este miércoles, el mismo dìa en el que Estados Unidos y Corea del Sur iniciaron la instalación del escudo antimisiles THAAD.
Ese sistema de defensa oficialmente está dirigido contra Corea del Norte, en respuesta al desarrollo de su arsenal nuclear y de misiles, pero China lo considera también una amenaza para su seguridad, ya que cree que los avanzados radares de ese sistema pueden usarse también para espiar sus instalaciones militares.
Además, el nuevo buque chino se presenta en la semana en la que un grupo naval estadounidense encabezado por el portaaviones «Carl Vinson» tiene previsto navegar a aguas próximas a la península de Corea, algo que Pyongyang ha considerado una provocación, por lo que ha amenazado con una posible «guerra termonuclear».
Fuente: Télam