Los brigadistas que están cara a cara con las llamas en todos los focos que se desatan en el país tienen condiciones de trabajo muy malas: contratos temporales y salarios bajos. Esta también es la situación de técnicos administrativos y profesionales que trabajan en los incendios.
Virginia Gallardo, delegada ATE del Parque Nacional Lanín en la provincia de Neuquén y parte de la Coordinación Nacional de Parques, calculó en diálogo con Página12: «si tomamos en cuenta que la Administración de Parques Nacionales protege 18 millones de hectáreas y que en todo el país hay un poco más de 400 brigadistas, a cualquiera le da el número de que faltan brigadistas». Con este vaciamiento, hay muy poca capacidad de respuesta a los incendios.
Alhue Gavuzzo, candidata a diputada nacional del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) por Río Negro, argumentó que los gobiernos provinciales que en los incendios recientes “ponían el foco en la intencionalidad de los incendios para evadir su propia responsabilidad en haber vaciado todos los organismos encargados de la lucha y la prevención de los incendios y haber precarizado brigadistas. Hay compañeros que son brigadistas de ATE, otros del SPLIF, un organismo provincial. Todos están precarizados con salarios de miseria, pero además no sabiendo si en dos meses se quedan sin laburo. En estas condiciones y con muy pocas herramientas, están ahí en la primera línea contra el fuego”.
En octubre de 2024, se acordó un salario básico de poco más de 600 mil pesos para los brigadistas. En las provincias del sur, que tienen un costo de vida más alto ronda los 900 mil pesos.
El incendio actual está arrasando con un bosque mixto de coihue, radal, maitenes, caña colihue y araucaria araucana. Recuperarlo «va a tardar muchos años porque son especies que tardan muchísimos años. La araucaria araucana es una especie milenaria, pero que crece muy lentamente igual que el coihue. Se va a recuperar porque la naturaleza es así, pero va a necesitar de los técnicos científicos, del agrupamiento científico técnico que tenemos en la Administración de Parques Nacionales, hoy tan vapuleada y tan amenazada de ser eliminada», dijo Gallardo y destacó la colaboración con científicos del CONICET y del INTA que tienen reservas de semillas.
Sin embargo, alertó que «Tenemos que estar atentos a lo que pasa post-incendio con todos los trabajos que nos va a tocar hacer para la evaluación del territorio. No solamente en cuanto a las especies nativas que se han perdido, sino a los lugares que tenían las comunidades mapuches para hacer veranadas. Sin científicos, técnico y profesionales, sin instituciones como el INTA, Parques Nacionales y el CONICET, peligra esa post evaluación».
Por eso, defendió que «lo fundamental es tener un Estado presente con políticas públicas que tengan trabajadores que las puedan llevar adelante, porque políticas públicas solamente en leyes tampoco sirve. Nosotros creemos que el Estado debe mejorar, pero también que debe ser presente y eficiente. Para eso nos hemos formado y capacitado durante años».
Fuente: Página12