La nafta y el gasoil volverán a subir en septiembre: así lo definió el Gobierno este viernes a través del Decreto 770/2024, que actualizó los impuestos sobre los combustibles.
El aumento de los montos fijos, tanto del Impuesto sobre los Combustibles Líquidos (ICL) como sobre el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC), rondará el 5%. No obstante, vale aclarar que se trata de dos tributos, de un total de cinco (IVA, cheque e ingresos brutos son los otros) que componen aproximadamente el 29% del precio final del litro de nafta, por lo que cabe suponer que el porcentaje de suba probablemente será menor, en torno a un 2,5% y un 3,5%.
La modificación comenzará a correr en los surtidores este domingo 1° de septiembre, tal como viene ocurriendo mes a mes: ya en agosto los combustibles subieron en torno a un 3% en todo el país, mientras que en la Ciudad de Buenos Aires lo hicieron en un 5,4% en un intento de YPF de corregir las diferencias en la jurisdicción.
En rigor, pese a que habrá suba, se trata de una actualización parcial de los impuestos, una de las estrategias favoritas de Luis Caputo para regular el número de inflación.
Aunque estos gravámenes deberían aumentar de forma trimestral en base a la inflación, el Palacio de Hacienda viene postergando la aplicación total de los porcentajes a «cuentagotas» para no disparar el Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Por ende, se están aplicando subas prácticamente todos los meses, aunque por detrás del nivel de precios: con esta estrategia, el Gobierno espera sincerar de a poco el valor de los combustibles mientras que también se pone al día con las prórrogas a los aumentos del ICL y el IDC que la gestión anterior mantuvo prácticamente «congelados».
Así lo explica el Decreto de este viernes: «A través de diferentes normas, se han ido difiriendo sucesivamente, hasta diversas fechas, los efectos de los incrementos en los montos de los impuestos».
Ahora, de aplicarse totalmente los aumentos pendientes, el Gobierno debería «liberar» los incrementos «remanentes» correspondientes al cuarto trimestre del 2023 y al primer y segundo trimestre del 2024, todos meses marcados por una alta inflación, lo que supondría un fuerte aumento de las naftas.
Fuente: Cronista
