En el marco del paro nacional por 96 horas convocado por la Asociación Trabajadores del Estado «ante la ola de despidos y el desfinanciamiento de áreas claves en el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA)», en la provincia de Misiones se llevan adelante acciones de visibilización del reclamo en distintas ciudades, informó ATE en un comunicado.
Así se realizó una volanteada en el puente Internacional San Roque González de Santa Cruz (Posadas), al igual que en las localidades fronterizas del norte misionero, Irigoyen e Iguazú. “Se notificaron 130 despidos, de los cuáles 23 se dan en la regional que componen Corrientes y Misiones. Pero además estamos denunciando con acciones en todo el país, la absoluta irresponsabilidad de un Estado que se desentiende de la función de garantizar la inocuidad de los productos de consumo internos, ya que se están vaciando áreas vitales y el Estado se está corriendo de su necesario rol de fiscalizador, con la finalidad de pasar esos controles a manos privadas”, remarcaron desde el Consejo Directivo Provincial de ATE Misiones.
Este jueves, trabajadoras y trabajadores de la Regional Corrientes-Misiones se aglomeraron en una actividad informativa – volanteada-sobre la ruta 14 a la altura del acceso a la ciudad de Virasoro (Corrientes).
“Estamos en lucha para recuperar las fuentes de trabajo y los puestos de control sanitario para garantizar que los productos que lleguen a su mesa tengan la debida calidad y seguridad alimentaria”, enuncian los volantes distribuidos por los trabajadores.
“El Gobierno nacional levanta todos los controles en los frigoríficos de carne y pollo, excepto para los que exportan. Para conseguir carne buena y confiable habrá que tomar un avión e ir a comprar a Singapur”, ironizó uno de los delegados.
Días atrás, Carina Maloberti, secretaria gremial de la Junta Interna de ATE SENASA y miembro del Consejo Directivo de ATE nacional, señalaba que “en SENASA, empezaron a anunciar a través de telegramas, unos 140 despidos en todo el país. Son 6 mil trabajadores de los cuáles el 60 % son contratados, con contratos anuales en distintas modalidades”.
Para Maloberti, los despidos en SENASA responden “más allá de los jubilables y sumariados” a una “reestructuración del organismo, donde van a disolver centros regionales en distintas provincias y todo lo relativo a control sanitario de alimentos, de tráfico federal interno, es decir, alimentos que consume nuestra población, quedará en manos de entes privados, asociaciones, gobernaciones y municipios sin presupuesto alguno. Esto se posibilita gracias a una ley que dejó el gobierno anterior”.
Subrayó que “el Estado nacional está pensando en el SENASA como apenas una agencia federal de control en las fronteras”.