La jueza Sandra Arroyo Salgado renunció a la querella en la causa que se investiga la muerte de su ex esposo el fiscal Alberto Nisman, ocurrida el 18 de enero de 2015.
A través de un escrito presentado al juez federal Julián Ercolini, señaló que aún recibe amenazas y en el que señaló que prefiere «priorizar la paz y espiritualidad del grupo familiar».
«La presente decisión se impone, a esta altura ya impostergable, ante la necesidad de adoptar medidas tendientes a garantizar la protección y salvaguarda del núcleo familiar de quien en vida fuera Natalio Alberto Nisman. Ello atendiendo al impacto emocional causado por el hecho objeto de la investigación cuyas secuelas persisten al día de hoy», indicó Arroyo Salgado en su escrito.
La magistrada también se refirió «al apremio de reconstruir en actual coyuntura el proyecto de vida personal familiar y profesional resquebrajado», todo esto de manera tal de «sobreponer la vida salud seguridad y bienestar de la familia postergados en pos del esclarecimiento de aquella muerte, cuyas singulares circunstancias demandaron inconmensurable esfuerzo y sacrificio que fue más allá del curso natural de las cosas».
En la nota aludió además al «escenario de amenazas previas y posteriores al hecho y recurrentes al día de la fecha, a cuyo esclarecimiento no se ha llegado aún, pero que dados sus términos, el impacto político institucional del caso a nivel local e internacional y los posibles actores del juego, han generado un estado de situación que me imponen priorizar la paz y espiritualidad del grupo familiar».
El fiscal Nisman, que investigó por una década el atentado al centro judío AMIA que causó 85 muertos y 300 heridos en Buenos Aires en 1994, fue hallado sin vida el 18 de enero de 2015, con un disparo en la cabeza en el baño de su departamento del edificio Torre Boulevard del complejo Torres Le Parc, en Puerto Madero.
Su muerte se produjo días después de haber presentado una denuncia en la que acusó a la entonces presidenta Cristina Kirchner (2007-2015) y a varios de sus funcionarios, de encubrir a iraníes acusados como responsables del atentado.
Arroyo Salgado estuvo casada con Nisman durante diez años. Tras su decisión, en la causa permanece como querellante la madre del juez, Sara Garfunkel.
Kirchner y varios funcionarios de su gobierno están procesados en otra causa paralela por la firma en 2012 de un memorándum con Irán, que buscaba indagar en Teherán a los acusados iraníes. Aunque fue aprobado por los legisladores argentinos, el memorando nunca se aplicó porque fue rechazado por el parlamento iraní.
La justicia argentina considera que Nisman fue asesinado como consecuencia de su denuncia contra Kirchner, un fallo que fue confirmado en junio por la Cámara Federal (apelaciones).
Cuando Nisman apareció muerto, junto a su cuerpo había una pistola Barsa 22, de donde salió la bala y que el fiscal había pedido a su colaborador informático Diego Lagomarsino, actualmente procesado como «partícipe necesario» del crimen.
Fuente: BAE Negocios