La idea llevaba 25 años en la cabeza de distintos consejeros de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) y el 23 de julio de este año tuvo su fecha clave. Se produjo la adjudicación de la licitación para la ampliación de la central hidroeléctrica en el brazo Aña Cuá.
Con la mecanización del actual vertedero, se agregará un 9% más de potencia a la central. La construcción generará 600 puestos de trabajo directos y 2.400 indirectos. Estiman que aumentará la facturación de la empresa entre 60 y 80 millones de dólares anualmente.
Aña Cuá tendrá una generación total de GWh 2000 por hora por año. El resultado de la Licitación Pública Internacional Nº 670 para las obras civiles consagró como ganador al consorcio integrado por ATE Aña Cuá ART, Astaldi (Italia), Rovella Carranza (Argentina) y Tecnoedil (Paraguay).
ENFOQUE participó del acto tuvo lugar en el edificio central de la presa (en la llamada cota 70), ubicada entre Ituzaingó (Corrientes) y Ayolas (Paraguay), se informó que la firma alemana Voith Hydro fue designada para la provisión y el montaje del equipamiento electromecánico consistente en tres turbinas tipo Kaplan.
El director Ejecutivo por la Argentina de la EBY, Martín Goerling, indicó ante las autoridades y decenas de medios de comunicación llegados desde distintos puntos del país y del Paraguay: “Quiero agradecer a muchas personas que fueron parte de este proceso. En primer lugar, a todos los empleados de esta gran empresa que es la EBY, de ambas márgenes. También a todo el equipo técnico, financiero y jurídico que trabajó codo y codo con los consultores. Han demostrado que en un proceso de menos de dos años y luego de tres intentos fallidos podemos llevar adelante esta construcción tan importante en Aña Cuá”.
“Quiero transmitir mi agradecimiento a los presidentes Mauricio Macri y Mario Abdo Benítez, de Paraguay, que dieron la total confianza. Logramos la binacionalidad de esta empresa de la mejor manera. Llevamos un trabajo mancomunado. No es fácil coordinar las acciones de dos países en pos de un bien común”, agregó.
“El resultado final de las licitaciones permitió lograr una reducción del precio de la obra en el orden del 40% en relación a los montos originalmente presupuestados”, dijo Goerling.
«La licitación y la adjudicación de la obra civil se realizó en los plazos previstos, lo cual contribuirá a incorporar rápidamente la mayor potencia al sistema energético nacional», agregó el director ejecutivo, para quien “el desafío es terminar esto en cuatro años”.
El monto de las ofertas
El consorcio integrado por Astaldi, Rovella Carranza y Tecnoedil ofertó para realizar las obras civiles US$ 193.241.731,33 mientras que para la maquinización la oferta de Voith Hydro alcanzó los US$ 99.689.577,84.
La tasa interna de retorno del capital invertido sobre 20 años es del 14,71%. Desde la entidad indicaron que el proceso de licitación es un paso más en las metas propuestas por la EBY en el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo (ODS) de Naciones Unidas número 7, el cual propone generar energía asequible y no contaminante.
Intertechnne Consultores SA será la encargada de brindar los servicios de ingeniería y de asistencia técnica a la gerencia del proyecto Aña Cuá, luego de resultar ganadora de la Licitación Internacional N° 691 en la que se presentaron 14 empresas.
De su lado, el director por Paraguay, Nicanor Duarte Frutos, destacó que merced a «la transparencia, la libre competencia y el cumplimiento estricto del pliego se logró una reducción significativa en los precios de la obra». Y precisó que «las adjudicaciones se realizaron sin intervención del poder político o sectores económicos. Estamos orgullosos del trabajo realizado hasta aquí».
“Quiero en este momento históricos para las políticas energéticas de nuestros países hermanos agradecer a todos los profesionales que pusieron todo el empeño en este tiempo para una resolución positiva, clara, de los procesos licitatorios que fueron complejos, pero que sin embargo pudimos abordarlos con transparencia, con criterios de libre competencia. Por eso mi agradecimiento a los consejeros de ambas márgenes, que se mostraron con gran capacidad de diálogo y compromiso”, sostuvo.
“El proceso no tuvo ninguna impugnación relevante. Estamos asegurando más energía limpia y renovable, mayores posibilidades de desarrollo industrial, de transformación de nuestra materia, y mayor equidad en la distribución de la riqueza”, remarcó el expresidente paraguayo.
Al igual que su par Goerling, reconoció que “sin la confianza de los presidentes, no podríamos concretar este emprendimiento esperado por los dos pueblos”.
Con fondos propios
Y precisó que “también establecimos las previsiones presupuestarias. Es una empresa en alza, importante, y podemos empezar la obra con recursos propios. El consorcio ganador está conformado por empresas de conocido prestigio internacional”.
Ante una consulta de la prensa, Duarte Frutos negó que la firma italiana Astaldi haya presentado la quiebra en su país. También reiteró que el presupuesto inicial para el total de las obras había sido previsto en 600 millones de dólares y que finalmente todo tendrá un valor de 400 millones de dólares.
En la ceremonia, que tuvo de fondo el sonido envolvente de las 20 turbinas de la presa principal en pleno proceso de generación de energía, también hablaron dos de los integrantes del Consejo de Administración de la binacional. Del lado paraguayo, se dirigió a los presentes Marcos Caballero. “El presupuesto estimado fue bajado considerablemente. Es una potencialidad para la EBY y el área de influencia”, afirmó.
El consejero argentino Enrique Devoto, en tanto, recordó que “hace años que se venía hablando de aprovechar un caudal que pasaba y no era transformado en energía. Esto es un hito histórico, mucha gente esperó más de 25 años que esto se concretara”.
“Es un día trascendente en la historia de la entidad. Quiero felicitar a los que colaboraron para esto. Empezamos ahora el desafío de la construcción”, anunció.
La obra tiene previsto un plazo de ejecución de cuatro años. Goerling anticipó que la intención es que los trabajos empiecen en septiembre u octubre.
El proceso
La presa central de Yacyretá y las estructuras de hormigón que contienen el embalse tienen una longitud de 66,8 kilómetros. Para realizar la obra, hubo que construir dos puentes que unieran las costas paraguaya y argentina con la isla Yacyretá: uno permanente sobre un brazo del río, llamado Aña Cuá, y el otro sobre el brazo principal del Paraná, que fue demolido al finalizar los trabajos.
La fuerza que produce el salto de agua posibilita que giren las turbinas, y esa fuerza de la naturaleza se transforma en energía eléctrica.
Las 20 turbinas tipo Kaplan fueron fabricadas con un diseño único a medida de Yacyretá. Tienen la forma de una hélice con 5 álabes o palas. Los 9,5 metros de diámetro del rodete por donde giran las palas permiten el paso de un caudal de 800 m3/s (800.000 litros de agua por segundo).
Para la construcción de los 20 hidrogeneradores, se utilizó más acero que en 70 mil automóviles grandes.
Yacyretá cuenta con dos vertederos: el principal, que está en la Central, y otro llamado Aña Cuá. En conjunto, tienen la capacidad de verter 95.000 m3/s, igual al pico de la crecida máxima probable del río Paraná.
Ambos son del tipo convencional a lámina guiada, y cuentan con rampas deflectoras para proteger la fauna ictícola.
Aña Cuá es capaz de verter hasta 40.000 m3/s con el embalse a cota 84.5 msnm. Orientado de forma que disminuya en todo lo posible los daños en la costa norte de la parte occidental de la isla Yacyretá, en este importante brazo del Paraná de 25 kilómetros y 2 de ancho, el vertedero mantiene el llamado “caudal ecológico”, para preservar la fauna ictícola.
Cuenta con 16 compuertas radiales de 15 metros de ancho, 17,3 de altura y una longitud aproximada de 300.
Sus compuertas también son operadas por servomotores hidráulicos, y la crestavertedora está a cota 66,5 msnm (metros sobre el nivel del mar). La pileta de aquietamiento es de 304 m de ancho y una longitud de 90.
La mecanización de Aña Cuá prevé la edificación de presas laterales, la colocación de generadores eléctricos, y la construcción de canales de aproximación y de restitución y el canal de atracción de peces, que facilitará el movimiento migratorio aguas arriba de diferentes especies.
Se levantará una sala de máquinas del tipo convencional, construida totalmente en hormigón armado, de aproximadamente 130 m. de ancho. La cota de fundación menor será de aproximadamente 29,00 msnm. La estructura alojará 3 turbinas del tipo Kaplan. La potencia instalada de cada una de ellas será de 92MW, y permitirán operar con un caudal mínimo de 500 m3/s.
“La central se construirá en seco, ya que utilizará la presa Isla Yacyretá como ataguía de aguas arriba y requerirá una ataguía de baja altura de materiales sueltos para proteger el recinto de los niveles de restitución del vertedero Aña Cuá, en el caso de crecidas extraordinarias”, precisaron desde la EBY, donde no pueden ocultar la emoción por la megaobra que en pocos meses estará en marcha.
Artículo publicado en la edición N° 48 de Revista ENFOQUE
