Moisés Galeano (65) hace casi siete años está vinculado al Hogar de Día, desde que aceptó la ayuda de la institución para evitar que sus seis nietos permanecieran en la calle. El hombre es cartonero hace muchos años, actividad que le permite mantener su hogar y a los pequeños a su cargo, desde que su hija decidió volverse a Paraguay, de donde son oriundos.
Los niños, allá por fines de 2011merodeaban la esquina de la avenida Corrientes y Sarmiento, y la avenida Leandro N. Alem, se escapaban de la casa de sus abuelos e intentaban obtener algunas monedas haciendo malabares.
Moisés y por ese entonces, Evangelista, su esposa ya fallecida, se encargaban de sus seis nietos cuatro varones y dos niñas de entre tres y catorce años, que habían abandonado la escuela los más grandes, mientras que los pequeños nunca habían sido escolarizados.
Desde el año 2009 residen en la chacra 181 y desde fines de 2011 la familia fue admitida en el Hogar de Día. Con el acompañamiento y contención de la institución, Moisés contó que logró que los chicos se habituaran a permanecer en la casa y que concurrieran a la escuela Nº 645, donde desde este año el abuelo también comenzó a cursar por la noche.
“No nos sobraba dinero y ellos querían salir para hacer sus monedas y tener para sus cositas. Se me escapaban”, recordó el abuelo, quien agradeció la ayuda que siempre tuvo, para poder sacar a los chicos de las calles.
Siempre se dedicó a vender los materiales reciclables que rescataba de entre los residuos, actividad que continúa desarrollando mientras los más chicos de sus nietos están en la escuela. Pero las ganas de superarse y mejorar no se estancaron y este año don Moisés decidió también ir a estudiar por la noche.
“Quiero aprender a leer, es importante, porque necesito hasta para saber a qué colectivo subir”, indicó Moisés, quien actualmente concurre al Hogar para los controles médicos y recibir el asesoramiento para determinados trámites.
Las estrategias de la familia Galeano siempre fueron varias para poder sobrevivir, reciben la ayuda de un comedor del barrio y continúan con la venta de cartones, cobre y otros materiales reciclables.
Don Moisés recordó que “el auto del Hogar nos buscaba siempre, por eso veníamos. Ahora estamos mucho mejor, quiero que ellos (por sus nietos) sigan estudiando y tengan un buen trabajo”.
“El Hogar siempre me ayudó mucho, pudimos tramitar los documentos, nos acompañaron siempre, ahora estoy haciendo mi trámite para obtener una pensión, todo para mantener a mis nietos”, contó entre sonrisas el abuelo.
“La plata yo conozco, pero leer poco y nada”, manifestó. El hombre se organiza con todas las actividades del Hogar, la comida, la ropa, la higiene, se ocupa de sus nietos y ahora sumó el desafío de aprender a leer con el apoyo de las maestras de la escuela 645 y el acompañamiento del Hogar de Día.