Al caer la tarde de este domingo, agrupaciones tradicionalistas, escuelas de danzas, movimientos tradicionalistas y culturales, y vecinos, se sumaron al cierre del año de “Baile de mi tierra”, el programa del IPLyC que recorrió distintos puntos de la provincia y posibilitó a numerosos artistas a subir a escenarios de envergadura. Fue con un desfile que se inició en la plaza San Martín y que tras recorrer la calle Junín, desembarcó en el Paseo “La terminal”, con una extensa bandera argentina y un gran festival artístico para festejar el Día de la Tradición, que se reeditó después de cuatro años de ausencia.
El responsable de IPLyC Social, Marcelo Ledesma, dio la bienvenida, acercó el saludo del presidente del Directorio del Instituto, Héctor Rojas Decut, y sostuvo que, en dos años de permanencia, el programa fortaleció el lazo con los ballets, las escuelas de danzas y los artistas, y que la presencia de tantos chicos, jóvenes y adultos ataviados con sus trajes y el entusiasmo que los impulsa, “nos da la pauta que este día tiene que seguir festejándose”. Raúl Mandagarán, en tanto, acotó que “sólo teniendo el corazón en el folclore, en lo nuestro y en nuestras tradiciones, se puede lograr una convocatoria como ésta, que abarcó casi cuatro cuadras de la Junín”. “Este tipo de encuentros, para reafirmar las costumbres y tradiciones argentinas, debe seguir desarrollándose todos los años”, enfatizó, y soltó un potente “¡Viva la Patria!”.
El extenso programa se inició con la entonación del Himno Nacional y la canción Misionerita, y el primero en subir a ofrecer su música fue “Sonido ancestral”, con un repertorio que invitó al zapateo y al revoleo de pañuelos, que no se detuvo hasta pasada la medianoche.
A su término, engalanaron el escenario, alumnos del Ballet Infanto Juvenil de la Escuela Municipal de Danzas “María Luisa Alonso de Zambrano”; de la Escuela Superior de Danzas de la Provincia; de la Escuela de Danzas “El fogón”; del Ballet del SiPTeD, y del Colectivo Cultural Folclórico “Soñadores”.
Desde abajo del escenario, integrantes del Taller de Danzas Folclóricas “Flor de Mayo”; del Grupo Mejorarte; del Club de Abuelos “Gotas de oro”; del Club de Abuelos “Centenario”; del Espacio Cultural “Taramandú”, y de la Escuela de Danzas “Ecos de tradición”, hacían el aguante con palmas y ovaciones.
El espacio del 2×4 llegó con Georgina Vargas y Oscar Mandagarán junto a la Orquesta típica del maestro Carlos Costa, con “Chapu” Domínguez, Marcelo Pérez, Daniel Fiorino y la participación especial de Ángel “Pato” García.
Enseguida subió Joselo Schuap, con variados chamamés, música litoraleña y anécdota, a un escenario montado sobre un histórico, en el que funcionaba la terminal de Posadas. Poco después hicieron su aparición Los Encina, una familia de chamameceros que entrega su amor y pasión por el chamamé y que hizo disfrutar al público en esta jornada especial de “Baile de mi tierra”.
Sobre el filo de la medianoche, “La guitarreada” hizo un recorrido por todo el mapa folclórico. Edgardo Battaglia, voz y bombo del grupo, manifestó que “es una emoción enorme estar aquí en una fecha tan especial, no hay nada más lindo que festejarla cantando lo nuestro. Hay que seguir defendiendo lo nuestro, con nuestra bandera bien en alto”.
Para el final, llegó “Suena sanfona”, que cosechó más de un sapucay del público, que acompañó a la banda hasta el último rasgueo. Jorge Sevak, Deiby Flach y Matías Häser, trajeron música del litoral y de países limítrofes y dejaron un mensaje: “a los jóvenes hay que incentivarlos a que consuman nuestra música, que es muy rica, que está llena de paisajes, que cuenta historias”.