El escándalo que involucra al presidente brasileño Michel Temer fue seguido a la distancia por la primera plana del Gobierno nacional, ya que tanto el presidente Mauricio Macri como la canciller Susana Malcorra se encuentran en Japón, en la parte final de la gira asiática que emprendieron hace una semana y culminará este sábado.
No obstante, durante toda la jornada, fuentes del Gobierno en Buenos Aires reconocieron que la incertidumbre política que se generó en torno a la situación de Temer y que derivó en una brusca caída del Merval y en un aumento de 34 centavos en la cotización del dólar, puede afectar de manera colateral a la Argentina. «Genera preocupación por el hecho de que Brasil es el principal socio comercial que tenemos en la región, pero hay que ver cómo avanza el tema», admitieron.
En relación al hecho de que un contexto de fragilidad en Brasil puede convertir a Argentina en un actor protagónico para inversores que vengan desde otras latitudes, sostuvieron: «No es seguro que sea así. Lo único cierto es que las crisis de Brasil siempre repercuten en nuestro país».
Tanto Macri, como Malcorra y el ministro de Producción Francisco Cabrera, entre otros, siguieron el escándalo en Brasil desde Tokio, donde comenzaron ayer la última etapa de la visita de Estado a Oriente, que incluyó pasos previos por Emiratos Árabes Unidos y China. Debido a la diferencia horaria, ninguno se expresó, y se esperaba que lo hicieran anoche, al cierre de esta edición.