Ante el estruendo provocado por los fuegos artificiales utilizados durante las fiestas a modo de festejo, en las mascotas se activan mecanismos de huida y defensa y sufren de estrés acústico que puede desencadenar en una infinidad de otros síntomas ya que lo reconocen como peligro.
Según el Instituto de Biodiversidad Agraria y de Desarrollo Rural de la Universidad de Lugo, dicho estrés acústico se produce en perros y gatos debido a que, a diferencia de los humanos, son capaces de percibir ultrasonidos.
– Los humanos perciben sonidos de entre 20Hz y 25 kHz.
– Los perros: entre 60Hz y 45kHz.
– Los gatos: entre 45Hz y 64kHz.
Por otro lado, la explosión de un petardo alcanza los 150 decibeles mientras que el disparo de un arma de fuego no supera los 140 y los aviones jets los 100 decibeles, teniendo en cuenta que el sonido se percibe a una corta distancia.
En este sentido, los fuegos artificiales al ser percibidos por las mascotas pueden producirles: heridas múltiples, traumatismos, fobias a los estruendos y extravíos. Según la American Society for the Prevention of Cruelty to Animals, el 20% de los perros perdidos durante estas fechas son a causa de la pirotecnia.
Tamara Cursach (Responsable de Divulgación Científica de Vitalcan) recomienda cómo ayudar a las mascotas:
– Lugar seguro y cómodo:
o Proveerle su colchón para dormir
o Dejarlos en un ambiente pequeño
o Retirar objetos y mobiliario
o Dejarle una prenda del propietario para que se sienta acompañado
– Aislar acústicamente:
o Cerrar puertas y ventanas
o Colocarle tapones de algodón en los oídos
– Bienestar físico:
o Abundante agua
o Realizar un ayuno de 8hs de sólidos
– Lo más importante:
o Usar collar con los datos de contacto
o No sedar sin prescripción médica.