La comisión directiva del gremio tabacalero resumió los beneficios directos que llegaron a los colonos desde diciembre de 2018 a la fecha, a partir de la gestión de los Programas Operativos Anuales que se financian con el 20% de la recaudación del Fondo Especial del Tabaco.
El “plan techo”, que consiste en el reemplazo de chapas de cartón o cobertura de plástico por chapas de zinc, ya llegó a 398 chacras en estos 12 meses. Cada techo conlleva una inversión cercana a los 50 mil pesos. En breve llegan fondos tramitados para otras 239 soluciones, que totalizan 647 techos en 2019. Además, con un sistema de recupero por el que abonan solo parte del beneficio, se techaron cien casas de colonos que presentaban vulnerabilidades de infraestructura. “Era una de las metas cuanto asumimos: que el productor deje de perder su trabajo por la precariedad de los galpones, y que deje de vivir en condiciones de vulnerabilidad”, explicaron.
En cuanto a becas para hijos de productores tabacaleros estudiantes terciarios o universitarios, ACTIM pagó la primera etapa a 171 alumnos, mientras que se abonará la segunda etapa cuando termine el ciclo lectivo y los alumnos rindan las materias. Se trata de un aporte de 20 mil pesos anuales por estudiante.
El acceso al agua potable en las chacras también dio un salto de calidad este año: se recuperaron 60 vertientes con 140 familias que pasaron a tener agua segura en sus casas. Cada reservorio tiene su propio sistema de bombeo de agua provisto gratuitamente por ACTIM, además de los tanques y mangueras.
Uno de los planes más complejos este año fue el de la construcción de infraestructura eléctrica para llevar energía a las chacras que padecieron por décadas sin este servicio. En Wanda, ACTIM construyó 11 kilómetors de líneas troncales para llevar luz a 15 chacras. También hicieron obras (aunque no de semejante magnitud) en San Vicente y Wanda.
Por otra parte, ACTIM adquirió una máquina retroexcavadora para construir tajamares para piscicultura. Este año la máquina trabajó en cien chacras con 800 horas de trabajo. Los productores solo abonan el costo del combustible que se usa en cada hora, por lo que los costos son bajísimos en relación a lo que cuesta una hora de máquina en el mercado.
ACTIM también puso un tractor al servicio de los socios, que este año trabajó en 40 chacras, a razón de 4 horas por productor.
En cuanto a los planes productivos, ACTIM también logró incorporar a 70 beneficiarios al plan apícola. A cada uno se les entregó tres colmenas completas, los trajes, las capacitaciones con técnicos especializados, además de los kits de trabajo conjunto que comparten varios productores en cada zona, y que cuestan 150 mil pesos cada uno.
También se entregaron 100 kits avícolas, que consisten en la provisión de 30 pollitos camperos, dos bebederos, dos comederos, alimento balanceado y medicamentos para que los productores arranquen con la producción de pollos como alternativa económica y alimentaria. En la misma línea, otros cien colonos optaron por el kit de huerta, que consta de semillas, cien metros de manguera, 25 metros de tejido, 25 metros de media sombra, herramientas y capacitación.
Finalmente, y con recursos de la cuota societaria, ACTIM logró levantar cuatro antenas comunitarias para el suministro de internet en parajes rurales antes aislados totalmente, y que ahora tienen comunicación.
“Este es el resultado de solo un año de trabajo” explicaron desde la comisión, satisfechos por el cambio de paradigma que logró ACTIM desde su existencia.