La ingeniera Luciana Imbrogno asumió la Subsecretaría de Desarrollo y Producción Vegetal del Ministerio del Agro y la Producción de la provincia con la idea de focalizarse en la seguridad alimentaria de los municipios, fortalecer la infraestructura de los productores y la introducción de tecnología a las chacras. Pero a los pocos meses de la gestión, irrumpió la pandemia e impuso un cambio de escenario. Para algunos de los objetivos, el coronavirus sirvió acelerando los tiempos. En otros, significó (y significa) un escollo.
En una entrevista con ENFOQUE, la funcionaria ensayó un estado de situación tras los meses de cuarentena que llevamos y ratificó cuáles son los objetivos a mediano plazo de su plan de trabajo.
“El primer impacto de la pandemia en los productores fue la incertidumbre que se generó en las primeras dos o tres semanas. Todo el mundo se quedó quieto. Muchos horticultores prefirieron tirar la verdura antes que salir a comercializarla. Les daba miedo venir a Posadas, salir”, recordó sobre lo sucedido a fines de marzo. “Algunos incluso no avanzaron en lo que tenían previsto para aumentar la producción. Se frenaron un poco”, agregó.
“El Ministerio del Agro lo primero que hizo fue sacar una declaración jurada para que los productores y su producción pudieran moverse. Con ese papel, más la documentación respaldatoria, empezaron a moverse. Había varios que no tenían esa documentación, consistente en la inscripción en registros. Entonces la situación generó que haya un mayor grado de formalización, porque tuvieron que poner en regla sus papeles y los de sus vehículos para poder trasladarse de un sitio a otro”, apuntó la ingeniera.
Aseguró que “nosotros enseguida salimos con el Plan de Fortalecimiento del Sector Hortícola, pensando en que si la situación se agravaba probablemente se complicara el ingreso de los camiones que traen frutas y verduras de otras provincias”.
“Dimos apoyo a los productores para que pudieran diversificarse y ampliar sus cultivos. Empezamos con un relevamiento para ver quiénes eran los que podían ampliarse, en función a su capacidad física y material”.
Precisó que “relevamos 230 productores. Salieron 18 técnicos en campo. Y luego se hicieron aportes no reintegrables para materiales de riego, semillas y plantines”.
En este aspecto puntualizó: “A quienes se agrandaron en uno o dos invernáculos, la idea era entregarle los plantines. Y además hicimos una inversión fuerte en semillas y plantines de calidad. Híbridos y de variedades resistentes a enfermedades. Esas semillas son muy costosas”.
Las BPA
Destacó que “fuimos incorporando tecnología a las chacras, y asistencia técnica. El programa sigue. Y hay que resaltar que un punto importante es la asistencia para que el productor incorpore Buenas Prácticas Agrícolas, que son obligatorias”.
“A partir de2020, para el sector de frutas las BPA son obligatorias y en 2021 también lo serán para las hortalizas. Son resoluciones del SENASA. Muchas veces el productor no las conoce y entonces necesita la asistencia de un técnico. No solo para que este le enseñe sino para ayudarlo en la implementación. Esas Prácticas se basan en la salud del productor porque tratan sobre el manejo de agroquímicos, también sobre la formalización administrativa del agricultor, la defensa del medio ambiente y el cuidado del consumidor, ya que buscan asegurar la inocuidad del alimento”.
Capacitar sobre el tema de las BPA se complejizó con el COVID-19. “Con la pandemia tenemos que hacerlo chacra por chacra. En una primera parte hay una sensibilización sobre el tema. No es que el productor cumple los 7 puntos obligatorios de la noche a la mañana”, explicó.
La Subsecretaria admitió que “hay mucha informalidad en la provincia. Lo que nosotros vamos a darle al productor es el acompañamiento en la implementación de las BPA. Creemos que lo vamos a lograr en el mediano plazo. Hay algunos que ya están más cerca de alcanzarlo”.
Imbrogno reconoció que “el acondicionamiento y manipulación de la verdura entre la cosecha y la comercialización es el problema de muchos. Es un punto crítico”.
En cuanto a las metas, más allá de la pandemia, sostuvo: “La primera cuestión que nos planteamos fue la seguridad alimentaria para la provincia. Queremos que en cada municipio sus productores abastezcan a la población local”.
“Con esta nueva normalidad la gente va a estar muy atenta a la inocuidad de los alimentos. Los clientes lo van a exigir. En este contexto crece la preponderancia de la producción en hidroponía, donde la planta ni siquiera tiene contacto con el suelo”.
Consideró que con respecto a la infraestructura, “vemos tres cosas necesarias. Una son los empaques. Que puede hacerse incluso en mini-salitas, donde haya agua potable para limpiar la verdura antes de comercializarla. Que haya un piso, un techo, una canilla y un desagüe”.
“El otro punto es el tratamiento de los residuos de fitosanitarios, que son peligrosos en algunos casos. En este tema trabajamos con el Ministerio de Ecología, que es la autoridad competente en este tema”, detalló.
“Lo que se requiere son centros de almacenamientos primarios en los distintos municipios. Son infraestructuras mínimas. Ese circuito de residuos peligrosos es un tema que está presente a la hora de hablar de la producción y hay que ocuparse de él”, afirmó.
Y lo tercero: “Dotar a los productores de cámaras de frío para puedan almacenar su producción hasta la venta. Ahí se necesitaría que estén organizados”.
Para la ingeniera, el último ítem se alcanzará cuando los productores “visualicen la importancia de asociarse para el beneficio colectivo que pueden obtener”. Pero reconoce que como las BPA, todo es un proceso y que los primeros pasos ya están dados.
Por último, pidió que se revalorice el rol del técnico del Ministerio del Agro, que tiene un papel clave para los productores, ratificó que se fortalecerá la presencia territorial y la promoción del arraigo rural de los jóvenes, y que trabajará a fondo la mirada de género desde la Subsecretaría. «El rol de la mujer rural es importante destacarlo, porque muchas veces no se visibiliza. Está el concepto de que ella ayuda en la chacra y no que trabaja. Eso hay que modificarlo», remató.
Bueno. Esperemos q sepan administrar bien los recursos económicos q pasan x sus manos….