Son las 9:00 de la mañana. Las luces se acaban de apagar. En el estudio los sonidistas y camarógrafos hacen su trabajo y dejan todo acomodado para el flash de las 10:15. En el centro de la escena Karin Cohen (49), experimentada conductora de la primera edición de noticias de la TV Pública Argentina, saluda a todos sus colegas, sin olvidarse de nadie. La humildad a flor de piel. En el trayecto a su camarín habla con la vestuarista y le pregunta sobre su hija. Está atenta a todo. Al llegar se sienta, se acomoda y comienza la charla conmigo, en el marco de mi experiencia como conductor por dos semanas en los noticieros de la pantalla grande estatal, siendo el representante de Canal 12 Misiones.
El ida y vuelta con ENFOQUE propuso de entrada conocer su opinión acerca del rol de las mujeres y el lugar que ocupan en el periodismo. “La pantalla de los noticieros y diferentes programas se está llenado de mujeres. Desde el año pasado a este año hay un recambio monumental de chicas jóvenes de entre 20 y 30 años. Es muy diferente a mi época. Si bien hubo cambios, ahora lo veo con mucha más claridad”, manifestó Karin.
En ese sentido reconoció que “a los jóvenes hoy en día les cuesta mucho anclarse en un trabajo y comprometerse en un proyecto más a largo plazo en cuanto a lo laboral. Están más atentos al disfrute. Por un lado, les envidio esa capacidad de decir que tienen que estar felices y cómodos en un lugar. Pero por el otro, tal vez aquellos que no tengan la necesidad de trabajar, es más criticable, tendrían que fijarse, aprender, atender más y no ir saltando de un trabajo a otro, sino esperar, comprometerse y progresar en el mismo. Yo busco eso, que en definitiva es el compromiso que yo tuve en cada uno de mis trabajos”.
En cuanto a su formación académica, contó que mientras estudió locución en el Instituto Superior de Enseñanza Radiofónica (ISER) también hizo Comunicación en la Universidad de Buenos Aires. “Desde los 19 a los 21 años, cuando era estudiante, trabajé en radios chiquitas haciendo de todo y eso me fogueó. Luego, al terminar en el ISER, ingresé a Radio Mitre como locutora. Siempre en la rama periodística”, detalló. Y añadió: “Mi norte no era el noticiero. Yo quería comunicar, quería contar y transmitir lo que pasaba. Entré muy pronto a los noticieros. En ese momento en 1993 empecé en CVN (Cable Visión Noticias), lo que hoy es América 24”.
Siguiendo con sus consejos a los aspirantes a ser comunicadores o a quienes decidan formarse en otra carrera, subrayó que “no dejen de prepararse nunca. En la actualidad ya no es estudiar una carrera de grado y si tenés la suerte de hacer un posgrado o un máster o lo que fuera. Es todo el tiempo estar ajustándose y formándose”.
¿Radio o televisión? A la hora de definir su preferencia al respecto fue clara: “Hace mucho no hago radio pero me siento tan cómoda estando ahí. Es como estar en casa. Es muy difícil “caretearla”. En la TV la “careteas” en todo momento (risas). Si estas de mal humor, no importa, la sonrisa siempre está. La radio es lo más grande que hay. Es ser uno mismo. Un colega siempre decía que es como estar en la cocina. La TV es el living porque uno cruza las piernas cuando viene un invitado y demás. Y la radio es la cocina porque es estar en familia y sentir al oyente como tal. En fin la radio es amor”.
Karin no tuvo problemas de compartir su día a día. “Todos los días arranco tempranito. Tengo una media hora de Tigre, donde vivo, hasta Capital Federal que está a 28 kilómetros. Hoy por hoy el noticiero va de 8:00 a 9:00, pero anteriormente íbamos de 7:00 a 9:00 y ahí debía salir con más tiempo. Al salir del canal, me aboco a otras cosas más personales, como trámites, estética, vestuario, yoga, notas y otras cosas relacionadas, hasta el mediodía que vuelvo a casa. Allí descanso un poco y a partir de las 16:00 soy mamá. Me dedico exclusivamente a mis dos amores: Briana (8) e Isabella (11)”.
La presentadora de noticias del canal del Estado es una afortunada o así ella lo describe entre líneas. “Soy feliz con lo que hago y estoy agradecida de tener trabajo. Tengo muchas ganas de seguir haciendo cosas a mi edad, tengo muchos proyectos, quiero viajar más por mi país, quiero volver a la radio o contar otras historias que no sean del noticiero. Me gustaría meterme en el documentalismo”.
Sobre el final de la charla se comprometió a visitar Misiones, lo cual es su deuda pendiente. “Tantas notas he hecho a gobernadores, ministros o historias que salieron de allí y no puede ser que no las conozca de primera mano. De este año no pasa, en los próximos meses iré a la tierra colorada. Siempre que voy a alguna provincia es increíble el cariño que me transmiten”, cerró con su sonrisa tan característica, aquella que se desprende de una personalidad tan marcada por su generosidad y compañerismo, atributos que la llevaron a ganarse el respeto inobjetable de sus pares.
En lo personal fue un placer compartir catorce días con unas de las mejores profesionales que he visto en mi vida y a su vez despedirme con una entrevista como ésta. Espero que ustedes, del otro lado, también aprovechen de su experiencia.
Artículo publicado en la edición N° 35 de Revista ENFOQUE
Escribe Maximiliano Acosta (Periodista)