Actualmente el cáncer de mama es la primera causa de muerte por tumores en mujeres en el mundo. Se producen 5.600 muertes por año en nuestro país y se estima que se producirán más de 19 mil casos por año, lo cual representa el 16,8% del total de incidencia de cáncer en Argentina.
El cáncer de mama es el crecimiento descontrolado de las células mamarias. Es el resultado de mutaciones, o cambios anómalos, en los genes que regulan el crecimiento de las células y las mantienen sanas. Los genes se encuentran en el núcleo de las células, el cual actúa como la «sala de control» de cada célula. Normalmente, las células del cuerpo se renuevan mediante un proceso específico llamado crecimiento celular: las células nuevas y sanas ocupan el lugar de las células viejas que mueren. Pero con el paso del tiempo, las mutaciones pueden «activar» ciertos genes y «desactivar» otros en una célula. La célula modificada adquiere la capacidad de dividirse sin ningún tipo de control u orden, por lo que produce más células iguales y genera un tumor.
Para el cáncer de mama la detección temprana es fundamental, ya que los tumores de menos de un (1) centímetro tienen hasta el 90% de probabilidades de curación. Por eso es importante el control ginecológico anual para que dicho profesional realice los pedidos que considere necesario valorando la edad de las pacientes y los antecedentes familiares.
El diagnóstico por imágenes cumple un rol ponderal en el diagnóstico precoz de esta patología, actualmente contamos con la mamografía, ecografía mamaria, resonancia nuclear de mama y tomosíntesis (mamografía 3D) para valorar las imágenes de la mama.
En el año 1992 el Colegio Americano de Radiología (ACR), con la participación de prestigiosos profesionales crean el BI-RADS (Breast Imaging Reporting And Data System), con la finalidad de estandarizar la descripción de las lesiones mamarias en técnicas de imágenes desde su creación. Hasta hoy dicha clasificación fue siendo modificada y actualizada, contando hoy con la quinta edición.
Los objetivos de la estandarización son reducir la variabilidad en los informes radiológicos, facilitar la comunicación entre los distintos especialistas y posibilitar la monitorización de los resultados.
Las tres primeras ediciones se dedicaron de forma exclusiva a la mamografía, mientras que las dos últimas incluyeron la ecografía y la resonancia magnética. Desde la primera edición el sistema BI-RADS ha sido aceptado por la comunidad médica como herramienta de descripción y asignación de categorías de sospecha en las lesiones mamarias. Su uso se ha generalizado de forma progresiva, dando lugar a múltiples publicaciones que han ayudado a mejorar las ediciones sucesivas.
En estos más de 20 años, el sistema BI-RADS se ha convertido en una herramienta indispensable en el diagnóstico mamario y es utilizada por millones de profesionales, con repercusión sobre un elevado número de mujeres en todo el mundo. La generalización del uso del BI-RADS hace que toda modificación en las nuevas ediciones tenga consecuencias relevantes en un elevado número de mujeres, tanto en el ámbito de diagnóstico, como en el de cribado.
El BI-RADS es un sistema de control de calidad. Su uso diario implica una evaluación en categorías numéricas de una mamografía, ecografía mamaria y resonancia nuclear de mama. Asignado por el médico imagenólogo después de interpretar un estudio de la mama.
Ello permite que se presente un reporte, uniforme y conciso, y que puede ser entendido por múltiples médicos o centros hospitalarios en cualquier parte del mundo.
Artículo publicado en la edición N° 35 de Revista ENFOQUE
Escribe Mauricio Acevedo (Director Médico de la Clínica IMAG. Especialista en Diagnóstico por Imágenes)