El secretario de Servicios Públicos de la Municipalidad de Posadas, Héctor “Negrito” Rodríguez, aseguró que les tocó llevar adelante la gestión comunal en la capital provincial durante los peores años de crisis económica de la última década. Pero que así y todo, terminan la administración con los objetivos cumplidos, una planta recicladora de residuos lista para ponerse en marcha y un sistema de recolección de residuos ampliado y eficiente.
“Para nosotros, como gestión, significa terminar en el punto más alto, teniendo resuelto el problema con el que nos encontramos el día en que asumimos: la disposición final de los residuos sólidos urbanos no domiciliarios, que es todo lo que está en la calle y no se coloca en bolsas, como ramas, cacharros, papel y vidrios. Esto generalmente lo dejaban en las esquinas, en los bulevares y en los baldíos o minibasurales. O los vecinos lo llevaban hasta el único punto limpio habilitado, en San Martín casi Urquiza”, detalló el funcionario en una entrevista con ENFOQUE.
La Planta de Tratamiento, Clasificación, Recuperación y Acondicionamiento de Residuos Sólidos Urbanos de Posadas funcionará en el Parque Industrial de la zona de Nemesio Parma.
Explicó que “ese residuo significa 110 toneladas diarias, que no tenían un destino. Y a partir de la inversión que se realizó, tendrán destino. Esto había sido proyectado por la gestión anterior, pero cuando llegamos, no había fondos para ejecutarlo. Nosotros, con administración, esfuerzo y ahorro logramos comprar el equipamiento para tratar diez toneladas hora de ese tipo de residuo, con lo cual la planta va a estar holgada”.
“Esto es histórico, porque Posadas nunca tuvo esto. Son pocos los municipios de la provincia que tienen esa posibilidad: Apóstoles, Puerto Rico, Montecarlo y Puerto Iguazú. Se abre la posibilidad de clasificar y recuperar el material y en el mismo complejo habrá una chipeadora industrial, donde irán a parar los restos de poda y jardinería. Tendrá igualmente una capacidad de 10 toneladas hora para triturar el material vegetal y transformarlo en chip de madera, a fin de que sea utilizado con fines ornamentales o como material combustible para generar energía”, agregó.
Rodríguez aclaró que “el de la energía es un proyecto que dejamos asentado a partir de un estudio que se hizo con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial el año pasado, a partir del cual determinamos el volumen de restos vegetales que se produce, que es de 8 mil toneladas anuales. Se estableció el nivel calórico de esa cantidad, que tiene la capacidad de generar 0,75 megas, que equivale a la energía suficiente para iluminar una localidad como Santa Ana”.
El Secretario de Servicios Públicos aseguró que “fueron los años cuatro más duros del municipio en cuanto a lo económico. Pasamos momentos difíciles, que encaramos de la mejor manera. Hubo que ahorrar para hacer estas inversiones que estaban previstas hacerlas con créditos del BID, del Banco Mundial. Había carpetas aprobadas. Incluso fuimos con el intendente al entonces Ministerio de Ambiente, en Buenos Aires, pero nos dijeron que el financiamiento externo estaba cerrado. A partir de allí, nos manejamos con los recursos propios y logramos nuestro objetivo. La próxima gestión tendrá la planta lista para arrancar”.
Reconoció que “la recolección de residuos domiciliarios es uno de los temas más sensibles para la sociedad posadeña. Cuando asumimos nos encontramos con un parque vial que era suficiente, pero que le faltaba mantenimiento necesario. La pasamos bastante mal al comienzo. Pero pudimos levantar todo el equipamiento existente y a partir de allí, nos desafiamos y pusimos la vara bien alta”.
“La recolección de residuos, hasta ese momento, se hacía en un 70% de la ciudad de manera diaria y el 30%, tres veces a la semana. Joaquín Losada prometió igualar todos los barrios, es decir, que se junte la basura diariamente. Y se hizo: seis veces a la semana pasó a prestarse el servicio. Eso significó un 30% más de gasto de combustibles, de equipamiento y de recursos humanos. Diseñamos nuevas rutas de recolección, en plena crisis y manejando sólo fondos propios”, destacó con satisfacción.
Para que se dimensione el impacto de esa ampliación de servicio, Rodríguez apeló a un dato: “Un camión nuestro OKM, en cuatro meses tiene 40 mil kilómetros, tenés que cambiarle las cuatro cubiertas y hacerle el service. Es un vehículo que está funcionando 20 de las 24 horas del día. Hace 400 kilómetros diarios en cuatro turnos. Es decir, el desgaste es enorme”.
“En el primer año de gestión tuvimos una epidemia de dengue. Redoblamos el esfuerzo en juntar los residuos, que no eran los domiciliarios, operativos de descacharrización con Salud Pública, desmalezamiento. Todo lo hacíamos con el mismo personal: 1250 personas. El empleado municipal entendió, nos acompañó y pudimos hacerlo”, evocó.
Otro logro que apuntó fue que “duplicamos el barrido de la ciudad. Se barrían entre 80 y 90 kilómetros y pasamos a 215 por día. Se diagramó un esquema nuevo, lo mismo que para la descacharrización”.
El funcionario mencionó que “creció la cantidad de residuos domiciliarios de 260 a 310 toneladas. Acompañar ese proceso significó un esfuerzo enorme. Sin el recurso humano, es imposible hacer este trabajo. Nos vamos con la gratificación de haber hecho el mayor esfuerzo posible. Mantener limpia una ciudad es una labor compleja”.
Dijo que “cuando pudimos comprar camiones, dotamos a cada uno de ellos con GPS, cambiamos rutas, hoy cada una significa una delegación municipal. La misma gente nos ayuda a controlar mediante un 0800 y un WhatsApp”.
Por último, Rodríguez indicó que “a la nueva gestión municipal le vamos a dejar 7 camiones nuevos en la playa, 0KM. Además, se presentaron 200 contenedores nuevos, con los que podrán reponer los que están dañados”.